La Legislatura de Río Negro expresó su rechazo a la Resolución N° 180/2025 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), que habilita el ingreso de material reproductivo, carnes y productos cárnicos de animales susceptibles a la fiebre aftosa desde zonas del país donde se aplica vacunación, hacia zonas libres de fiebre aftosa sin vacunación, como la región patagónica y pidió su derogación.

El posicionamiento legislativo se produjo como respuesta a los reclamos realizados por productores ganaderos de la provincia, quienes manifestaron su preocupación por el posible impacto sanitario, comercial y productivo de esta medida sobre la actividad local.

La resolución se enmarca en el Programa Nacional de Lucha contra la Fiebre Aftosa, pero, según sostienen legisladores de todos los bloques provinciales, fue dictada sin respetar el procedimiento establecido por la Resolución N° 542/2021 del SENASA, que exige la intervención de la Comisión Nacional de Sanidad y Bienestar de los bovinos y bubalinos. Por ello, pidieron formalmente su derogación inmediata al presidente del organismo.

Representantes de Juntos Somos Río Negro, la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica ARI – Cambiemos, el Partido Justicialista – Nuevo Encuentro, Vamos con Todos y el PRO Unión Republicana coincidieron en que se deben abrir espacios de diálogo con respaldo técnico para revisar la normativa. Advirtieron que la flexibilización puede tener consecuencias negativas no solo para la economía regional, sino también para los consumidores de la Patagonia.

Los parlamentarios propusieron retomar el debate sobre la necesidad de avanzar en un plan estratégico nacional que contemple el desplazamiento progresivo de la barrera sanitaria hacia el norte del país. El objetivo es alcanzar un estatus unificado de país libre de fiebre aftosa sin vacunación, en línea con los compromisos asumidos en el marco del Plan Nacional de Erradicación.

Asimismo, pidieron a los legisladores nacionales por Río Negro que acompañen esta postura y eviten poner en riesgo el actual estatus sanitario de la Patagonia, considerado un factor clave para garantizar la competitividad de las exportaciones regionales y preservar la confianza de los mercados internacionales.