El legislador provincial Fabián Pilquinao solicitó al Poder Ejecutivo de Río Negro, al Ministerio de Hacienda y al Banco Patagonia S.A. que se instalen sanitarios de uso público en las sucursales que la entidad bancaria posee en la región sur de la provincia. La propuesta se presentó a través de un proyecto de comunicación en la Legislatura rionegrina.

El planteo pone especial énfasis en la situación de personas adultas mayores y otras usuarias que, tras recorrer largas distancias para realizar trámites bancarios, deben esperar turnos sin contar con acceso a instalaciones sanitarias. Pilquinao expresó que la falta de estos servicios genera dificultades para quienes residen en zonas alejadas y deben regresar a sus localidades una vez finalizadas las gestiones.

El legislador del bloque Vamos con Todos reconoció que, por motivos de seguridad, las entidades financieras no están obligadas legalmente a disponer de baños públicos. No obstante, consideró que la situación descripta requiere una evaluación específica debido al impacto que tiene en la población de la Línea Sur, especialmente en fechas de pago, cuando se incrementa la concurrencia a las sucursales.

Según explicó, la problemática afecta principalmente a personas mayores que dependen del sistema bancario para percibir haberes y beneficios sociales, y que no cuentan con servicios cercanos en sus lugares de residencia. En este sentido, instó a las autoridades provinciales y a las directivas del Banco Patagonia a tener en cuenta este tipo de necesidades en la planificación de infraestructura.

El reclamo se enmarca además en las consecuencias de la decisión del gobierno nacional de discontinuar la función del Correo Argentino como agente pagador en comunidades rurales. Hasta fines de 2023, esta prestación permitía que personal del correo se trasladara a parajes y pequeñas localidades para realizar los pagos, lo que evitaba largos desplazamientos de las personas beneficiarias.

La eliminación de este servicio, en conjunto con la falta de sanitarios en sucursales bancarias, generó nuevas barreras para el acceso a servicios básicos por parte de habitantes de la región sur de Río Negro, en un contexto de creciente centralización de la atención presencial.