Las obras vinculadas al oleoducto Vaca Muerta Sur ya generan un fuerte impacto en el mercado laboral rionegrino. En Sierra Grande, uno de los principales frentes de trabajo del proyecto, el 83% de los trabajadores son oriundos de la provincia. Así lo confirmó el Gobierno provincial, que sostiene una política activa de fiscalización para asegurar que las oportunidades queden en manos locales.

“Es una tarea diaria, pero no vamos a ceder en esto. Las oportunidades que genera el desarrollo energético tienen que ser para nuestra gente”, aseguró el Gobernador, quien subrayó que el seguimiento de la planta ocupada se realiza en conjunto con la Secretaría de Trabajo y la Secretaría de Energía.

El cumplimiento actual del cupo laboral se da luego del reclamo efectuado en febrero, cuando el Ejecutivo provincial exigió a las empresas involucradas —entre ellas Techint, Sacde e YPF— que respetaran el compromiso asumido de incorporar al menos un 80% de mano de obra rionegrina. “Tras esa advertencia, las empresas se comprometieron a corregir la situación, y eso hoy se está cumpliendo”, indicó.

En ese contexto, el mandatario sostuvo que la provincia atraviesa un punto de inflexión. “Por primera vez, el gas y el petróleo de Vaca Muerta no solo van a pasar por nuestro territorio, sino que se van a procesar, exportar y generar valor acá, en la Patagonia”, afirmó. Y agregó: “Ya no vamos a ver pasar los recursos: ahora van a generar empleo, infraestructura y desarrollo para los rionegrinos”.

La mirada de largo plazo también incluye la participación de la provincia en la logística del gas natural licuado (GNL) y la salida al mar del petróleo neuquino. “El Golfo San Matías se convierte en un polo portuario estratégico para la Argentina, y eso cambia para siempre el perfil productivo de nuestra provincia”, remarcó el Gobernador.

El Ejecutivo provincial considera que este proceso no solo impactará en el presente, sino que definirá el rumbo económico e industrial de Río Negro durante la próxima década. “Estamos hablando de obras que van a marcar el rumbo de la provincia en los próximos años. Por eso es fundamental que el desarrollo se quede en Río Negro: con trabajadores locales, con proveedores locales y con control ambiental desde el primer día”, concluyó.