En este sentido, la cartera sanitaria prepara una jornada de promoción de la educación vial como estrategia para reducir los accidentes de tránsito y sus gravísimas secuelas, dando inicio a una campaña gráfica de cobertura provincial bajo el lema “Se me rompe la cabeza. En un accidente de tránsito esta expresión es real”.

Además, en Viedma un grupo de artistas callejeros realizarán una campaña de prevención animada dirigida a quienes transiten las calles de la capital provincial, recomendando a los automovilistas la utilización del cinturón de seguridad y a los motociclistas, la utilización del casco.

De esta manera, personajes artísticos recrearán situaciones con elementos distintivos para difundir normas de prevención en accidentes viales.

Además ayudarán a concientizar a los peatones a cruzar por las esquinas usando la senda peatonal y a respetar las señales de tránsito. Entre otras acciones.

De este modo repartirán volantes de la campaña de una manera creativa y novedosa; y la Mutual Vivir, concesionaria del sistema de estacionamiento medido y pago en la capital, también entregará información a los automovilistas que compren tickets durante ese día.

Cabe señalar que el Día Nacional de la Seguridad Vial se conmemora el 10 de junio, ya que ese mismo día pero en 1945, en Argentina se modificó el sentido del tránsito, que antes era por la izquierda al igual que en Gran Bretaña.

Estadísticas

La Organización Mundial de la Salud señala que las colisiones en las vías de tránsito son la segunda de las principales causas de muerte a nivel mundial entre los jóvenes de cinco a 29 años de edad, y la tercera entre la población de 30 a 44 años. Esas colisiones dejan cada año un saldo de 1,2 millones de muertos y de hasta 50 millones más de personas heridas o discapacitadas.

Nuestro país

Argentina es el país con la mayor tasa de muertos por accidentes de tránsito en Sudamérica.

Unas 21 personas mueren por día en accidentes de tránsito en Argentina, siendo la principal causa de muerte en menores de 35 años y la tercera sobre la totalidad de la población. Siete mil muertos por año y más de 120.000 heridos anuales de distinto grado, además de importantes pérdidas materiales, que se estiman en unos 30.000 millones de pesos anuales.

Las cifras son elevadas en comparación con otros países, llegando a tener entre 8 y 10 veces más víctimas fatales que en la mayoría de los países desarrollados, con relación al número de vehículos que circulan.

Entre las principales causas que desencadenan colisiones, se encuentran conducir en estado de ebriedad y no respetar las señalizaciones, fundamentalmente los límites de velocidad.

En Río Negro

En el 2010 se produjeron en la provincia 10.513 accidentes de tránsito, con 697 víctimas en la vía pública y 92 muertos, la mayoría de ellos eran personas jóvenes, una tendencia que sigue en aumento.

El los hospitales públicos rionegrinos, más de 3 mil pacientes se atienden por accidentes de tránsito y se producen alrededor de 4 mil internaciones anuales por lesiones traumáticas, con un promedio mínimo de 4 días de estadía que incluyen atención pre hospitalaria, traslados, servicios de urgencia, estudios diagnósticos complejos, cirugías de varias especialidades, terapia intensiva, rehabilitación, etc.

Afrontar este problema requiere la puesta en marcha de una serie de acciones sobre el medio ambiente (estado de las rutas y calles, señalización, etc.), el cumplimiento de las normas legales existentes y lo más importante, concientizar a la comunidad para que actúe con responsabilidad.

¿Accidentes?

Históricamente hemos hablado de accidentes de tránsito, sin embargo, la palabra “accidente” se relaciona con algo imprevisible, azaroso o incontrolable y muchos de los que llamamos accidentes de tránsito pudieron evitarse con conductas humanas más responsables (descansar, no beber, por ejemplo) o con cuidados en el medio ambiente (señalización, estado de las rutas, etc.).

Por esta razón, desde los ámbitos sanitarios se introducen nuevas denominaciones como colisiones vehiculares e incluso se agrupa a las víctimas dentro de las muertes violentas.