A un año del atentado en Cipolletti

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Las primeras palabras estuvieron a cargo de la hija del barrendero asesinado el 13 de julio de 2010 por el estallido de una bomba, Mariana Maciel. El pedido de justicia predominó en sus palabras mientras que llamó a la comunidad a “estar unidos más que nunca, para que esto no le pase a ningún cipoleño más”.

Luego, Alejandro, un empleado municipal que fue compañero de trabajo de José Maciel, contó como era él en su trabajo y cómo le pedía a los más jóvenes que se cuidaran cuando barrían de noche. Además, manifestó que “la justicia tiene una deuda muy grande con los rionegrinos. Las familias rionegrinas necesitamos respuestas, exigimos justicia”.

Asimismo, los nietos de Maciel leyeron una carta que escribió Olga, su mujer, donde resaltaba la vida trabajadora del empleado municipal asesinado.

Finalmente, un payador entonó algunas canciones y se llevó a cabo el descubrimiento del mural que realizaron talleristas pertenecientes a la Dirección General de Cultura. El acto cerró con aplausos y una suelta de globos negros. 

Weretilneck: “El destinatario de la bomba era la policía de la provincia”

En diálogo con la prensa el intendente de Cipolletti, Alberto Weretilneck se refirió al atentado del pasado 13 de julio, señalando que “está claro que el destinatario de la bomba era la policía de la provincia”.

Agregó que "en este edificio conviven dos instituciones de la policía de la provincia: La Brigada de Investigaciones y la Escuela de Cadetes. Yo no descarto que hay sido un grupo de narcotraficantes que hayan querido mandar un mensaje a la Brigada de Investigaciones, a la luz de algunos operativos de drogas que habían pasado 2 o 3 meses antes".

"Creo que hay que trabajar y profundizar esa teoría, al igual que la otra la de los grupos anarquistas chilenos argentinos que pudo haber sido un motivo de venganza a la policía por lo sucedido en Bariloche en aquel momento” finalizó.

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