La Justicia provincial ordenó al Municipio la presentación de un informe en el que deberán detallar el plan a futuro para lograr la erradicación final del predio. También exigió a la comuna el cerramiento y custodia del lugar para evitar las constantes quemas que tanto afectan a los vecinos.

La definición judicial surgió luego de la presentación de un recurso de amparo por parte del concejal del ARI, Ariel Gallinger, ante el Superior Tribunal de Justicia.

Olivares confirmó que el informe se presentará hoy y señaló que “el cerramiento ya se cumple desde hace 10 días y además se dispuso desde hace tiempo una custodia que esta a cargo e la empresa COTRAVILI”.

Señaló el traslado del prebasural “es un tema que se viene analizando desde hace tiempo” y destacó que ya se han mantenido reuniones con diferentes organismos provinciales, en ellos el Consejo de Ecología y Medio Ambiente, para plantear diversas alternativas y elegir la mejor solución en conjunto.

Dijo no obstante que el Municipio “tiene que darle a los vecinos un espacio cercano para que tiren sus ramas y escombros” porque “la gente no va a viajar 25 kilómetros hasta el basural definitivo para dejar la basura”.

El prebasural de Viedma recibe ramas y escombros desde hace una década. Según estimaciones del Municipio aloja más de 100.000 metros cúbicos de material. Al lugar llegan por día unos 10 o 12 camiones municipales repletos de desperdicios, más lo que la gente lleva por sus propios medios.

“La gente no tiene conciencia de la cantidad de basura que se genera por día en la ciudad”, dijo Olivares. Para la comuna el objetivo es contar con un prebasural que no afecte a los vecinos, pero que a su vez este ubicado en un terreno cercano y de fácil acceso para evitar que la gente tire sus desperdicios dentro del radio urbano.

“Hemos hecho un relevamiento en la periferia y la mayoría de los terrenos aptos para el traslado son privados”, señaló Olivares y acotó que en varios casos ya se ha tomado contacto con los propietarios y se buscará alcanzar un acuerdo.

Además, el funcionario explicó que más allá del cerramiento y la custodia, se dispuso colocar en el acceso al depósito cuatro volquetes para que los vecinos echen allí sus escombros, así como otros cuatro contenedores para la basura orgánica.

También se tomó otra definición para evitar nuevas quemas. "Hemos enterrado lo que quedó del material inflamable para que no nos puedan iniciar nuevos focos de incendio", explicó titular de la cartera de Obras Públicas.

Las alternativas

Olivares explicó que una de las alternativas que se manejan desde el Municipio es adquirir una máquina chipeadora de ramas. Se trata de un mecanismo que reduce al máximo el volumen de los troncos y los pequeños trozos de árbol.

“El material resultante de este proceso se podría utilizar para mejorar la calidad de la tierra en las plazas y los espacios verdes”, explicó Olivares.

En cuanto a los escombros, el funcionario explicó que también se analiza la posibilidad de adquirir una máquina trituradora que genere desechos de menor tamaño y luego darle diversos usos en obras de construcción.

“El gran problema de estas dos alternativas son los costos de la maquinaria”, explicó Olivares.