La bajada se encuentra a 47 kilómetros de Viedma. Se accede a las playas atravesando los acantilados, un paseo que permite apreciar los distintos estratos sedimentarios, continentales y marinos del lugar.
"Lamentablemente, la desidia, el poco o nulo mantenimiento, más la erosión propia de la salinidad del mar y arena hicieron que pasado unos pocos años los puentes se cayeran. Hoy encontramos sólo los pilares de los puentes en la base de las formaciones rocosas", explica el legislador del PJ en la iniciativa.
En los fundamentos de la iniciativa, el legislador cuenta que años atrás, cuando todavía se llamaba "Playa Bonita", para poder acceder al espigón había que esperar que la marea bajara y luego volver a esperar pacientemente la creciente para poder pescar. Luego volver a esperar pacientemente para descender y terminar la jornada.
"Muchos hemos vivido largas jornadas cuando el mar crecía más de lo previsto y el agua bañaba la superficie del espigón, muchas veces con la furia del mar y otras nos sorprendía una tormenta de verano. Descender en plena pleamar era para avezados nadadores. Recordaran algunos a aquellos que entraban a pescar de noche y debían atarse para permanecer en el espigón", apunta Pesatti.
"La solución llegó con la incorporación de dos pequeños puentes de estructura metálica que unían la costa con el espigón. Esos puentes trajeron comodidad y mucha seguridad", señaló.
En la playa se practican diferentes deportes acuáticos, como la natación y el surf. La pesca es una de las principales actividades que los turistas desarrollan, con una gran diversidad de especies. Un espigón natural rocoso se mete unos 80 metros en el mar y de allí se pesca con tranquilidad, apreciando la costa, el mar y las formaciones rocosas.
25 noviembre 2024
Viedma