"Los chicos han notado que recuperaron el saludo del vecino"

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Los vecinos del barrio Parque Independencia ven como, poco a poco, los chicos que hasta hace semanas eran “los revoltosos” del lugar ahora se dedican a realizar trabajos para embellecer su barrio y colaborar con los suyos. Una acción diferente buscando un resultado diferente.

Identificados con camisetas de color violeta, trabajan diariamente embelleciendo su lugar en el mundo. No solo “blanquearon” los paredones (actividad a la que se abocaron hoy para en el futuro pintar murales) sino que además refaccionaron veredas y cordones cuneta, limpiaron las calles, los espacios verdes y todos los sectores comunes.

Acompañados por referentes del Programa de Contención lanzado y ejecutado por el Municipio, los jóvenes avanzan bajo la premisa de que otra vida es posible. Trabajan, colaboran y hasta recuperaron el saludo y la confianza del vecino.

Los avances son “lentos, pero seguros y firmes”, según explicó Gabriela Perotti, integrante del equipo técnico del programa, a LA PALABRA.

“Lo que hacemos es escucharlos  y se nota el cambio”, señaló la profesional y resaltó que los jóvenes “tienen gran confianza en este equipo técnico, como la que tendrían con cualquier familiar que está preocupado por su presente y su futuro”.

“Ellos tiene serias preocupaciones por sus familias. En muchos casos hay familias numerosas, muy particulares, ensambladas, con madres y abuelas contenedoras de muchas generaciones. Incluso ellos mismos son padres”, explicó.

El objetivo final “es que los chicos tengan autodeterminación, viendo que su actuar y su accionar se convierte en un modelo para el resto”.

Y los resultados aparecen. “Se detecta una menor situación de violencia. Los chicos han notado que recuperaron el saludo en el barrio. Los vecinos les traen torta o les ceban mate. Reconocen su trabajo”, asegura Perotti.

Paralelamente se trabaja en la confección de una historia laboral para formalizar la posibilidad de un empleo.

Matías Colombil, quien también participa del grupo de contención social, destacó que al principio “les costaba relacionarse con nosotros, pero al transcurrir el tiempo fueron entrando en confianza y ahora nos cuentan cosas que no le contarían a otra persona”.

“Hemos logrado una gran confianza y seguimos progresando”, reflexionó.

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