El programa, que ya lleva once meses de implementación, tiene entre sus componentes el entrenamiento laboral con práctica en el barrio, para que además de mejorar su entorno, los jóvenes se integren a sus vecinos y reviertan su imagen social.
Además, permite un mayor involucramiento con el espacio público, ya que son los propios jóvenes los que construyen y cuidan.
Ahora el segundo paso es formalizar su ingreso al mercado laboral, gracias a lo aprendido, a través de su inclusión en el Monotributo Social.
Varias cuadras de las calles 4, 6 y sus perpendiculares ya cuentan con veredas realizadas en cemento con terminación fratasada. Si se suman las veredas que realizaron en calle 20, en la 30 y en el Segundo Centro Cultural, la mayor inversión en aceras públicas fue realizada en dicho sector en los últimos dos años.
Las labores son llevadas a cabo por aproximadamente 15 jóvenes que se encuentran en un programa promovido por la Municipalidad y del que participan múltiples instituciones.
La comuna aportó el material calcáreo y los jóvenes trabajaron en el apisonamiento. Luego se hizo una vereda de hormigón, con terminación fratasada y juntas cada tres metros.
El objetivo es darle continuidad al proyecto de contención interdisciplinario que se lleva a cabo con la participación de varias instituciones y coordinadas por la comuna.
Como objetivos anexos, también se promueve que los chicos cuiden su entorno, ya que ellos mismos contribuyen a su mejoramiento, y se revierta la imagen de sus propios vecinos del barrio.
Actualmente trabajan en el proyecto una psicóloga, una psicopedagoga, personal del área de sociales, profesores de educación física, profesoras de talleres culturales, junto a especialistas de distintas instituciones.
Además, se realiza con los chicos más grandes un taller de prevención de adicciones solicitadas por ellos mismos.