Malestar de las mucamas del hospital Zatti

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La situación se originó luego que se les rebajara la cantidad de horas extras que cumplen mensualmente y que significan gran parte de sus salarios.

El malestar no sólo proviene por la medida en sí misma, sino porque se trató de algo inconsulto y sorpresivo para ellas.

Elva Rovaina, jefa de las mucamas, intentó dialogar con el director del hospital, Alberto Lucio, pero éste ni siquiera la atendió.

Sin embargo, su superior inmediato, Adán Valdebenito, le habría pedido la renuncia y expresado el desagrado de las autoridades por la calidad de las tareas que llevan a cabo las mucamas.

Según Rovaina, había personal que hacia entre 60 y 80 horas extras y “las necesitan en su sueldo”.

“Me pidieron la renuncia porque fui a reclamar lo justo y molesté”, dijo, agregando que “me siento mal por mi personal, porque yo no me voy a poner en contra de mi personal en ningún momento”.

“Ellos no saben como se maneja la limpieza del hospital. Tenemos turnos de mañana, tarde y noche y hay chicas que se quedan de la noche hasta las dos de la tarde. De eso no te reconocen nada. Para ellos las mucamas están amontonadas tomando mate o fumando afuera. En eso andan. Esa es la respuesta que se da a la gente”, dijo la jefa de las mucamas.

Aseguró que las trabajadoras “tienen miedo” de perder el trabajo por reclamar y aseguró que Valdebenito “dijo que la limpieza no era buena y que había recibido quejas en el hospital, pero nosotros les preguntamos a los jefes de servicio y nunca se quejaron”.

Señaló que ante esta situación se dirigieron al Ministerio de Salud. Allí fueron recibidas por el secretario, Carlos Mercapide, a quien le explicó la situación y se comprometió a dialogar con el director del nosocomio para buscar una solución.

“A mí nunca me pasó esto con las autoridades del hospital. Ayer me tuvieron presionada para que firme la renuncia”, dijo Rovaina.

Otras trabajadoras dijeron que “sienten persecución” porque “todo el tiempo están viendo que hacemos, que no hacemos, si preparamos un mate o si salimos a fumar un cigarrillo”.

“La bronca que tenemos las mucamas es que a Elva le pidieron la renuncia por reclamar por nosotros”, dijeron.
 

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