Poco después de las 10 horas, en el marco de la Mesa de la Función Pública, se firmó el acta, donde se establece un incremento del 10% para marzo, 4% en mayo, otro 4% en junio, un 3% en octubre y un último 3% para noviembre.

Además, desde abril ya rigen las nuevas cifras de las asignaciones familiares, que son de 272 pesos por hijo, al igual que en la Provincia.

A efectos de mejorar sus remuneraciones, los contratados que figuran entre las categorías 1 y 4 pasarán a la 5 a partir del 1 de julio. Esto significará un aumento del 15% en sus haberes, según el Municipio.

El 50% de lo recaudado por el Fondo de Productividad se distribuirá entre los empleados de planta permanente (categorías 1 a la 10) y contratados (1 a 16). El restante 50% se otorgará a contratados (1 a 6) y trabajadores permanentes (9 a 16).

Además, ambas partes decidieron no adherir a la ley provincial que propicia el pase a disponibilidad de los trabajadores estatales.

¿Y la durabilidad?

La cuestión no quedó clara a la hora de hablar de la durabilidad de este acuerdo. Los gremios hacen hincapié en una cláusula que señala que ante variaciones del costo de vida y en la medida que los salarios sufran depreciación se convocará otra vez a la Mesa.

Jorge Zapata, de UPCN, aseguró estar muy satisfecho con las negociaciones y explicó que por directivas del titular del gremio, Juan Carlos Scalesi, se definió acompañar a los referentes locales en la Municipalidad. “Creemos que hicimos un aporte muy importante”, dijo.

“Este es uno de los acuerdos salariales más importantes de la provincia”, dijo Zapata y explicó que “dejamos escrita una cláusula donde se puede solicitar una nueva reunión de la Función Pública si notamos una depreciación muy importante de los haberes”.

Miguel Cardella, secretario de Gobierno, brindó una versión diferente. “Es un acuerdo anual”, dijo a los medios.