Principalmente se evaluó el estado del centro de interpretación y la casa del guarda fauna. Allí, se comprobó que ambas instalaciones no sufrieron deterioro luego del derrumbe, pero que la distancia actual que las separa del acantilado no supera los 12 metros, por lo que se deberá realizar un estudio de sensibilidad de los acantilados.
Del mismo modo, se relevó el estado del camping municipal y se evaluó la forma de quitar el resto de las pasarelas que quedaron.
Desde el Ministerio, se aconsejó a la secretaria de Medio Ambiente, Laura del Valle Juárez, que se muevan las cámaras sépticas y el pozo absorbente para el lado contrario del acantilado con el fin de evitar filtraciones de líquido.
23 diciembre 2024
Viedma