"Si se producen tomas ilegales de terrenos en Viedma y la justicia interviene ordenando no innovar, nadie puede dejar de preocuparse al observar que de la delimitación de espacios se pasó al levantamiento de paredes para lo que hizo falta la descarga de materiales a la vista de un Estado Provincial que estimuló una llamativa distracción policial", dijo.

"Cuando no terminamos de horrorizarnos por el cúmulo de denuncias de apremios ilegales en comisarías rionegrinas, aparecen nuevos hechos como consecuencia de la acción u omisión policial", agregó.

"Cuando los gremialistas municipales le adelantan por nota a las autoridades  policiales  que tomarán un edificio público, (como es el caso del perteneciente a  la municipalidad de la calle Roca de Viedma) y esta no hace nada; cuando la toma se multiplica incorporando al edificio del Concejo Deliberante a plena luz del día y nuevamente es vulnerada la custodia de los edificios públicos, -que es trabajo de la policía que comanda Ariel Galinger-, con el agravante de que esto ocurre en un momento muy particular, donde se estaba ante un accionar de tomas de edificios municipales, entonces es fácil obtener el resultado de la ecuación que nos lleva a pensar la peor posibilidad:  Viedma como una zona liberada", dijo luego.

"Casualmente, el único municipio que no es del signo político del gobierno provincial, casualmente es en Viedma donde la policía desaparece del escenario para permitir que sus edificios públicos municipales sean tomados para convertirnos en rehenes a todos los viedmenses", señaló luego.

Dijo que "no está demás señalar que cuando la policía incumple con uno de sus deberes nos advierte que puede incumplir con cualquiera de la totalidad de sus deberes para con cualquiera o con la totalidad de los ciudadanos".

Agregó que "una vez más se exceden los límites, una vez más la política equivoca las herramientas y de la mano de una policía que se distrae convierten a la capital de la provincia en un botín que se disputan los frustrados por las urnas".