Unos 100 docentes de Viedma reclamaron seguridad y entregaron petitorios

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El documento firmado por los trabajadores señala que la situación de violencia “ha llegado a un punto que no lo podemos soportar” y hablan de “un flagelo que se ha instalado en nuestra sociedad, haciendo mucho daño; padeciéndolo en nuestro trabajo, de distintas maneras: padres que entran y agreden físicamente y verbalmente a los docentes y alumnos que hacen lo mismo”.

“Pareciera que esto se ve más en las escuelas que en otro tipo de trabajo, sin dejar de tener en cuenta que afuera es terrible”, señalan.

“Como educadores, les preguntamos, ¿Qué está pasando?, ¿Cómo se pude frenar esto?, que cada día se nos hace más difícil de entenderlo y de sostenerlo? Docentes que están enfermos psicológicamente, por esta situación, docentes que han sido víctima de robos etc.; y esto continúa”, agregan.

“Nuestra misión es educar, no vivir así. Queremos entrar a las escuelas, lugar donde vamos a enseñar, y que nuestros alumnos nos vean felices, y no entrar y salir pensando cómo va a ser este día”, dicen luego.

Finalizan señalando que “tenemos a nuestra familia que nos esperan, y que quieren vernos bien porque el trabajo es salud, pero debido a todo esto que mencionamos, se ha transformado en un desgaste, cuando no deberla ser así”.

En Gobierno

En principio los docentes se presentaron en Gobierno donde fueron recibidos por el nuevo secretario de Gobierno, Fabián Gatti. “Estamos pidiendo lo que ya hemos pedido, quisiéramos que ustedes, que son los encargados de hacer algo, nos den una respuesta”, planteó una de las maestras.

El flamante funcionario dijo “la gran preocupación que tenemos en el área es la inseguridad” y habló de avanzar en un trabajo “de integración de diversos sectores para conseguir una seguridad con derechos humanos, porque no queremos el modelo del gatillo fácil o la violencia”.

“Las escuelas tienen un rol preponderante en esto”, dijo y manifestó el compromiso del Ministerio para trabajar en el tema. “Estamos a disposición de ustedes”, señaló.

Legislatura y Educación

Luego los docentes reclamaron en la Legislatura y en el Ministerio de Educación, donde entregaron el petitorio.

En ese marco, el director de Asuntos Institucionales de la cartera educativa, Fernando Fuentes dialogó con los maestros y aseguró que se trabaja junto a Nación para brindar “charlas en las escuelas sobre situaciones de violencia”.

De todas formas, admitió que “eso no alcanza, son charlas y son paliativos que haremos a corto plazo” y aseguró que “lo más profundo es un trabajo interdisciplinario con Desarrollo Social y Salud para tratar la problemática”.

“Las situaciones son cada vez más violentas y preocupa”, reconoció el funcionario.

“Exigimos que garanticen las condiciones de trabajo”

Referente de la UNTER acompañaron el reclamo de los docentes. En ese sentido, el dirigente Gustavo Moyano dijo que Viedma “es la ciudad con mayor cantidad de casos de violencia y con más cantidad de docentes golpeados por alumnos o padres”.

Destacó la convocatoria y dijo que “desde el primer momento acompañamos y estuvimos presentes”.

“No hay nadie más autorizado que los docentes para decir lo que está pasando. La violencia está desbordando y los que ponemos la cara, el cuerpo y la salud somos nosotros”, reclamó el gremialista.

Dijo que “si no obtenemos respuestas los 100 que somos hoy seremos 400 o 500 en una semana” y cerró señalando que “le exigimos al patrón que garantice las condiciones de trabajo”.

“Vamos a seguir”

En tanto, la docente Fanny Burgoa, de la escuela 276 del barrio Mi Bandera, remarcó a LA PALABRA que este reclamo es “un pasito muy importante” y señaló que “vamos a seguir porque es algo que nos incumbe a todos y nos preocupa”.

“La violencia instalada en las escuelas, la agresión física y verbal, los robos y todas esas cuestiones han ido desgastando al docente. Hay compañeros enfermos que ya no van tranquilos a sus lugares de trabajo”, explicó.

Contó que ella misma fue víctima de la violencia en las escuelas. “Me rompieron el auto que para mi es una herramienta de trabajo. Y hay otras cosas más graves”, manifestó.

“Sentimos mucho dolor y mucha indignación. Esta es una comunidad donde estamos hace muchos años y que se haya transformado así duele mucho”, recalcó.

Finalizó señalando que “hay que seguir luchando y lo haremos humildemente”.

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