Luego de un frustrado paso por San Antonio Oeste, la familia Santos decidió instalarse en la capital rionegrina para comenzar con un ambicioso proyecto que daría trabajo a medio centenar de personas.

Enrique Santos, el padre de la familia, explicó que hace seis años llegaron a la ciudad e instalaron su fábrica de hielo, aunque el gran objetivo era iniciar un emprendimiento mayor dedicado a la elaboración de productos a base de pescado.

“Íbamos a hacer hamburguesas, prefritos de filete de merluza o cualquier especie marina de la zona. Incluso estamos haciendo estudios para hacer anchoitas y ahumados entre otros productos”, explicó.

Recordó que el Municipio “nos dio la posibilidad de adquirir el lote donde ya funciona la fábrica de hielo y se siguió el procedimiento para la planta de procesamiento de pescado y la compra de la maquinaria que es mucho más cara”.

Sin embargo, la familia se encontró con un contratiempo: la falta de cloacas. “Tenemos que traer el pescado procesado desde afuera. Nuestra planta no puede procesarlo porque carecemos de la eliminación de los líquidos cloacales que se producen”, señaló Santos a FM DE LA COSTA.

“No tenemos donde evacuar esos líquidos porque el parque industrial carece de cloacas”, dijo y recalcó que el Municipio “ha brindado su ayuda con camiones atmosféricos, pero será muy complejo por los tiempos y porque la capacidad de procesado será alta”. 

Por esta situación la familia debió tomar una drástica decisión: reducir la capacidad de producción y trabajar solo a un 15%. Así, la “mini planta” procesará unos 700 kilos de pescado y ocupará a unas cuatro o cinco personas, cuando en realidad el proyecto original preveía procesar cerca de cinco toneladas de pescado y dar trabajo a unas 50 personas.

Diego Santos, hijo de Enrique, explicó que en esta zona “tenemos la capacidad de ingresar el pescado entero desde la costa y hacer todo el proceso” pero la planta generaría un promedio 20 o 30 mil litros por día, una cantidad mínima establecida por norma, pero no hay donde volcar los fluidos.

“Dentro de la planta debemos tener un pretratamiento de esos efluentes. Lo que debemos definir es el vuelco de esos líquidos. Tenemos reglamentación que no permiten el vuelco directo al río por una cuestión de impacto ambiental”, dijo, aunque aclaró luego que el efluente que genera la planta “es apto para volcar al río porque inclusive es alimento para otros pescados”.

Más allá de esto, explicó que los líquidos producidos por la industrial “podrían ir a una planta de tratamiento común, como la que hay en cualquier ciudad, pero el parque industrial no tiene un sistema troncal”.

“Esto nos genera un cuello de botella. Tenemos la necesidad de empezar a amortizar parte de la inversión, por eso debimos reducir la planta a una más chiquita. Es menor la capacidad de producción, es menor el personal y eso genera menor efluente líquido de manera que nos permita manejarnos con una cámara séptica y un camión atmosférico”, señaló resignado.

“Somos diferentes a FRIDEVI”

Santos señaló que el frigorífico FRIDEVI “tiene la misma problemática” porque “no tiene vuelco de líquidos cloacales”.

“El pescado usa menor cantidad de agua que el tratamiento de la carne. Tendríamos que ver que plan de tratamiento tiene FRIDEVI pero la diferencia de los proyectos es que los efluentes que generamos son diferentes y la carga orgánica es diferentes”, dijo el empresario.

Explicó que “nos han aconsejado usar el mismo sistema de FRIDEVI” para eliminar los líquidos cloacales. El frigorífico ha implementado una pileta de decantación de tratamiento natural, un sistema que ha generado mucha polémica e incluso acciones pasadas de concejales.

ENREPAVI: “Burocrático y autoritario”

Santos cuestionó además las gestiones del ENREPAVI, organismo encargado de regular la actividad del parque industrial que esta encabezado por el empresario Sergio Seisdedos, casualmente también titular de FRIDEVI.

“El ENREPAVI está gestionando el agua cruda, pero junto con esto debería venir aparejada la obra de las cloacas” opinó y aseguró que la entidad “fija prioridades en las obras y es bastante autoritario en la decisión porque no le preguntan al vecino y nunca hubo reuniones periódicas”.

Señalaron que la obra de agua cruda beneficiaría directamente a FRIDEVI porque “es el  mayor consumidor” pero para el resto de los emprendimientos “es ínfimo el consumo, e incluso nosotros debemos usar agua potable por una cuestión de higiene”.

“El ENREPAVI esta ajeno a los vecinos, se maneja el directorio y el resto no participamos. Nosotros planteamos esto, pero se pierde mucho tiempo aglutinando a los vecinos y a la mayoría no le perjudican las medidas que se toman porque no hay demasiadas fábricas ni emprendimientos”, señaló.

Aseguró que a la obra de cloacas “no lo necesita nadie, porque no hay grandes empresas trabajando, todos tienen sus pozos ciegos y ninguno tiene en su planta o empresa necesidad de evacuar agua cloacal”.

Señaló además que “se está fallando en la captación de empresarios” porque “cualquier localidad que tiene un parque industrial lo primero que tiene que hacer es un buen marketing para tentar al inversor y acá no hay ningún beneficio impositivo, ni nada”.

“El ENREPAVI es un ente tripartito. Hay representantes de la parte privada, de la Provincia y el Municipio y esto se vuelve muy burocrático. El tiempo del privado no es el mismo que el del Estado”, cuestionó luego.

Santos apuntó luego a otra cuestión relacionada con el parque industrial: la falta de reconocimiento nacional. Según el empresario “pedimos que se hicieran gestione ante Nación porque el Ministerio de Industria tiene financiamiento para estas cosas, pero descubrimos que este parque industrial no está en el Registro Nacional porque le faltan algunos requisitos como obras de infraestructura que debieron construirse al momento de formarse, como por ejemplo las redes troncales”.

“La Nación da financiamiento para estructura complementaria o expansión, pero no para las cloacas que ya deberían estar enterradas en el piso al momento de lotear”m finalizó.