Es más, hubo un día no muy lejano –que algún colaborador suyo recuerda- en el que Ferreira dijo: “Creo que estoy curado”.
Pero la rudeza del tratamiento para vencer el cáncer lo fue debilitando, provocando daños irreversibles en varios organismos de su cuerpo.
Incluso así el intendente estaba convencido que no sólo podía seguir viviendo normalmente, sino que –además- estaría en condiciones de seguir siendo Jefe comunal. Y hasta quiso ir por más, cuando pretendió presidir la UCR rionegrina.
Pero la enfermedad ganó. De a poco, día tras día, fue haciendo mella en su estado de ánimo. No debe ser fácil luchar contra algo que parece decidido a llegar hasta el final.
Es difícil imaginarse en esta situación a un hombre que siempre se mostró fuerte, decidido y preparado para conducir. Al menos en el plano político. Pero era humano, como todos nosotros…dijo basta. La enfermedad lo hizo dejar este mundo a la 1:30 de este sábado 5 de enero de 2013.
Muchos lo recordarán como el intendente más activo de Viedma. El que le cambió la cara a la capital rionegrina. Otros, quizás, pensarán que su gestión no fue tan buena. Lo cierto es que sus 9 años al frente de la comuna dejarán una huella importante. Eso es lo que vale.
23 diciembre 2024
Viedma