“La elección del nuevo intendente municipal de Viedma, nuestra capital, merece desde la visión política de los que vivimos en otras localidades, una particular atención por ser el primer test electoral que afronta el oficialismo Provincial y Nacional en el 2013 y por las consecuencias institucionales que se pueden padecer”, señaló el dirigente.

Además, el ex concejal dijo que no es un dato menor "el desarrollo de la crisis institucional que atravesó y continúa sufriendo Bariloche, la ciudad más poblada de la provincia y en donde el Peronismo empuñaba con orgullo el recupero político de la Intendencia en las elecciones del año 2011". 

“En apenas un año y producto de serias desinteligencias entre el gobernador, sus ministros y el intendente Omar Goye, se produjo un grave acontecimiento: los saqueos, que simplemente pusieron al desnudo el fracaso de la política social y la vergüenza estrepitosa de la Policía de gomera para proteger a las mayorías de la delincuencia en bandada que asoló la ciudad. Un intendente con una gestión muy cuestionada, sumado a la interna entre Pichetto y Weretilneck, brindaron el escenario ideal para que aflore la crisis”, consideró Otano.

“Claro, la nacionalización de estos tristes episodios, con cuatro muertes incluidas en Rosario, enfurecieron a la Presidenta y ésta, en una inconfundible muestra de poder vertical suprainstitucional, ordenó echar a Goye para exculpar las responsabilidades que le caben y limpiar también, la ropa sucia del papelón provincial. El hilo se corta por lo mas delgado dicen, y así fue”, continuó el ex concejal barilochense.

“Un Gobernador y una Senador Nacional, pidiéndole la renuncia al Intendente de Bariloche porque se los pidió la Presidenta: una vergüenza y una absoluta falta de respeto a las autonomías ciudadanas de los pueblos. Significó directamente ”letrinizar” el voto popular para enmascararlo en una gran farsa de destitución, a partir de la puesta en marcha de los mecanismos legales que establece la Carta Orgánica Municipal, por parte de los concejales que con mansedumbre bovina obedecieron las órdenes de arriba, desnaturalizando por completo lo que hubiera sido un proceso popular para destituir a su representante”, entendió el dirigente radical.

Y expresó: “es sumamente recomendable que el electorado de Viedma medite con estas observaciones su voto. Hay que entender que al votar a Sabbatella, o sea, el candidato del oficialismo provincial, se está perdiendo soberanía y autonomía y se está dejando ésta, en manos ajenas a los propios viedmenses, pues nada garantiza que en el futuro, ante cualquier adversidad, sea el propio gobernador o el senador quienes terminen definiendo situaciones o proyectos por sobre la autoridad Municipal que el pueblo voto”. 

“Muy por el contrario, con el voto a José Luis Foulkes se garantiza no sólo la continuidad del proceso de transformación de Viedma que iniciara Jorge Ferreira, sino que también, se impone un estilo de independencia y autoridad frente a los poderes provinciales de turno. E inclusive, como ya pasara hace unos años, ante su propio gobierno cuando gobernaba la provincia”, sostuvo.

Finalmente, Otano indicó que “los electores deben priorizar los intereses de Viedma ante cualquier otro interés. Ese es el camino que impone Foulkes y que humildemente opino (viviendo el desmadre institucional barilochense en primera persona) se debe avalar, para evitar convertirse en un poder satélite de intereses foráneos.