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Así lo demuestra la odisea que debió vivir la familia de Patricia Pérez, quien esta madrugada casi pierde a su hijo por falta de atención médica y por el escaso interés en ayudar del personal policial.

Patricia acudió de urgencia a la Sala Sanitaria del balneario hoy aproximadamente a las 2:35 horas, según ella misma relató, con su hijo descompensado y con convulsiones por la fiebre.

Sin embargo, el único sitio sanitario del lugar estaba vacío; ni un solo profesional para atender este tipo de urgencias.

Ella misma y su esposo debieron practicarle al niño la reanimación cardiopulmonar para que el pequeño siguiera con vida, lo que realizaron con éxito y pudieron llegar hasta su casa para que se reponga.

De todas maneras, y con la bronca a flor de piel por la situación, Patricia se dirigió a la subcomisaría local para dar a conocer el hecho y pedir ayuda, pero allí las cosas no fueron mucho mejores.

De acuerdo a lo que contó, se encontró con el Oficial de Guardia “y un disponible femenino DURMIENDO”. “Entré y no sabían ni donde estaban. Les consulté por qué no había gente en la sala y me dieron a entender con gestos que no sabían nada”, mencionó.

Patricia preguntó por el Oficial de Servicio y le respondieron que no se encontraba en la Unidad porque había salido de ‘peatonal’ (a las 2:45 de la mañana). “No tenían respuestas ni se preocuparon en solucionar nada”, remató.

“La verdad que pasamos una noche pésima con la salud y seguridad que tenemos. Estamos al borde de una desgracia”, concluyó.