Bollero: "Estamos tocando fondo, nos falta de todo"

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Ayer, LA PALABRA informaba que el Juzgado de Faltas está a un paso de la saturación absoluta, con cajas llenas de multas que esperan una resolución, en muchos casos con el secuestro de un automóvil o una motocicleta.

Son cada vez mayores las demoras y la gran cantidad de multas que ingresan por día se acumulan esperando una resolución que tarda meses en llegar.

"Los que veníamos soportando la situación somos nosotros", sostuvo Bollero a FM DE LA COSTA, confirmando lo publicado ayer por este medio.

El juez de Faltas destacó la tarea que desarrolla el personal a su cargo: "Son trabajadores estoicos, que se desempeñan por contraprestación que no es digna", criticó y además cuestionó que el personal del Juzgado "tiene un sueldo promedio de 3000 pesos y se rompe el alma, acá no hay horas extras ni otro incentivo".

Para Bollero, en Viedma se vive en “una situación de impunidad permanente” porque “la gente  hace lo que quiere con el tránsito, le hacen el acta de infracción y después esa acta no la podemos procesar porque nunca se notifica”.

El Juzgado de Faltas tiene siete empleados y sólo uno de ellos se dedicaba a las notificaciones. Desde el lunes, por decisión del intendente, se dispuso más cantidad de personal municipal para las tareas de notificación. “Yo estuve requiriendo durante 10 años que se atacara ese y nunca me atendieron este reclamo”, dijo el juez de Faltas.

Sin embargo, Bollero explicó que el aumento en las notificaciones generará un colapso del servicio. “Nadie notó que con esta nueva metodología va a empezar a venir la gente en avalancha para tramitar sus multas, y acá seguimos siendo los mismos”, advirtió.

“A partir de la próxima semana esto va a colapsar”, aseguró y remarcó que “el año pasado caratulamos más de 4.000 expedientes, así que imagínense como van a estar estas oficinas”.

Detalló que los nuevos notificadores “son empleados municipales que durante la tarde salen a hacer este trabajo”.

“Tenemos unos 25 secuestros de vehículos por día. Acá a las 10 de la mañana cortamos y no atendemos más gente porque no se puede hacer todo. Ahora, va a haber un colapso del servicio porque necesito más gente”, cuestionó.

La queja de Bollero se extendió además a lo edilicio. “Tenemos problemas de espacio”, dijo y señaló que “estamos esperando que algunas áreas que funcionan acá se muden, como había dicho, porque eso nos daría más lugar y comodidad”.

“El proyecto edilicio de este sector, que presentó el fallecido intendente Jorge Ferreira, nunca se concretó”, dijo luego.

Explicó que las multas se pagan en ese lugar y que tras un año de solicitarlo, lograron destrabar la presencia de un efectivo policial. “Acá vine gente de muy mala gana a reclamar y la custodia hace que la gente no se exceda ni se enloquezca”, agregó.

Finalmente, Bollero aseguró que “cuando pedimos algo nos escuchan y nos entienden, pero falta agilidad”.

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