En la capital provincial y en la ciudad andina los dirigentes de ATE ocuparon las oficinas de la cartera laboral, mientras que en Roca permanecieron dentro de las instalaciones de la Agencia de Recaudación Tributaria. 

El reclamo de los trabajadores se enmarca en el pedido de "aumento salarial, blanqueo de las sumas en negro, paritarias y convenios colectivos de trabajo, pase a planta permanente, pago de adicionales, condiciones de trabajo acordes a las leyes de seguridad e higiene vigentes, cese de la persecución y malos tratos, mayor presupuesto (para hospitales, escuelas y programas sociales), el cumplimiento del Salario Mínimo, la eliminación del impuesto al Salario y 82 por ciento móvil para todos los jubilados".

En medio de la protesta, el secretario general del gremio, Rodolfo Aguiar, manifestó que los estatales "nos resignamos y acallamos nuestros reclamos o decidimos pelear para que se reconozca que somos los que sostenemos con vocación de servicio el funcionamiento del Estado todos los días".

"Hoy convocamos a los dirigentes gremiales de otras conducciones estatales para que abandonen la comodidad de los despachos de los sindicatos y asuman la responsabilidad de defender a los trabajadores", agregó.

"Hay respuestas que puede dar el gobierno que no implican esfuerzos presupuestarios, pero ni siquiera se advierte esa voluntad política", sostuvo.

Según ATE, el paro alcanzó niveles de adhesión que rondan el 80 por ciento, destacándose la adhesión a la medida en "distintos establecimientos educativos, hospitales, dependencias del Ministerio de Desarrollo Social y otros organismos".