Mencionaron el caso de Dora Riestra, que "es uno de los ejemplos más flagrantes de centralización, ya que desde hace tiempo ocupa tres cargos de gestión en forma simultánea: la Dirección de la Escuela de Humanidades y Estudios Sociales (que comprende siete carreras en Bariloche y El Bolsón); la Coordinación del Profesorado en Lengua y Literatura y la Coordinación del Profesorado en Enseñanza de la Lengua y la Literatura, que se dicta en modalidad virtual. Paralelamente Riestra se desempeña como docente a cargo del dictado de seis materias en esta Universidad, más una séptima en otra casa de estudios, además de detentar actividad privada".

Desde la Lista Participación consideraron "inadmisible que tal cantidad de cargos se concentren en una sola persona y nos preocupa cómo esto repercute en la vida institucional".

Se preguntaron "cómo es que una misma persona puede ocuparse de los asuntos de gestión relacionados con siete carreras, atender a dos de ellas con mayor profundidad y dictar esa cantidad y diversidad de asignaturas, además de dedicarse a las actividades de investigación o posgrado inherentes a su cargo de base en la universidad. La acumulación de materias de grado (que duplican la carga horaria frente a curso requeridas a un docente de su dedicación) no solo obtura la posibilidad de que las dicten otros profesores especializados en las áreas, sino que fundamentalmente opera en detrimento de la pluralidad de perspectivas y enfoques metodológicos a las que deberían acceder los estudiantes en su proceso de formación. A esto se suma que al ocupar en simultáneo los cargos jerárquicos mencionados se inhibe la posibilidad de que un docente o estudiante pueda requerir la intervención del superior inmediato, dado que siempre se trata de la misma persona. En este caso particular se constatan también año a año arbitrariedades en la asignación de materias y discrecionalidad en el otorgamiento de dedicaciones, ignorando los resultados de los concursos, así como desde 2012 el intento reiterado de modificar los planes de estudio vigentes sin respetar los mecanismos previstos para tal fin en el Estatuto de la Universidad".

"Desde nuestro espacio político, exigimos a las autoridades de la universidad que esta irregular situación se modifique taxativamente, y que sobre la base de criterios respetuosos de los mecanismos de aseguramiento de la calidad educativa vigentes en el sistema universitario, se ponga atención para que situaciones similares no se repitan, de modo de evitar el personalismo y el abuso de poder, y en cambio, sostener el respeto y el pluralismo entre los miembros de la comunidad académica y garantizar el derecho de los estudiantes a gozar de la más alta calidad educativa que el Estado brinda y la UNRN se precia de ofrecer", concluyeron.