Fugas de presos: Hablan de una "especie de asociación ilícita"

Comentar

El titular de la cartera de Gobierno confirmó que Osvaldo Torres será el nuevo titular del SPP y además presentó a Marcelo Hugo Rascov, quien actuará como un asesor y consultor en materia “de prácticas de entrenamiento intensivo alrededor de las cuestiones de seguridad penitenciaria”.

El funcionario clarificó que estas designaciones fueron consensuadas con Oscar Albrieu, quien se hará a cargo del Ministerio de Seguridad y Justicia, y en función de esta nueva etapa, “estamos reforzando de aquí a fin de año todo lo que significa centralmente las cuestiones de seguridad ligadas a los penales”.

Di Giácomo indicó que más allá “de una visión autocrítica” que le cabe a las autoridades por las situaciones que se presentaron en los penales, también hay certeza que las fugas producidas recientemente, especialmente en la alcaidía de Viedma, tienen que ver con “la existencia de alguna intencionalidad y quizás podría configurar una especie de asociación ilícita”.

Mencionó además que con los cambios impulsados “hemos estado tocando intereses” de un sector del personal penitenciario, involucrado con el tráfico de algunos elementos en las cárceles, y eso probablemente generó “una actitud reactiva”.

Señaló no obstante que no tiene duda que la gran mayoría del personal penitenciario como de los policías en las cárceles es gente honesta y consustanciada con la responsabilidad de su función.

Se encontraban presentes además en la conferencia de prensa el secretario de Gobierno, Ariel Gallinger, que estará a cargo del área de Seguridad en esta etapa de transición hasta la habilitación del Ministerio de Seguridad y Justicia que estará a cargo de Oscar Albrieu; y el subsecretario Administrativo de la Secretaría de Seguridad, Ramón Viñuela, entre otros.

Di Giácomo informó en primer término que realizaron hoy una reunión con el equipo del Ministerio de Economía “para ir definiendo el presupuesto del año próximo tanto para este Ministerio de Gobierno, como para el Ministerio de Seguridad y Justicia a crearse, incluyendo Policía”.

Respecto a las fugas producidas en los últimos días en el penal de Viedma, dijo que “los hechos que se sucedieron fueron tan bizarros, explícitos y absurdos que nos llevan a pensar en la existencia de alguna intencionalidad y quizás podría configurar una especie de asociación ilícita”.

Afirmó que en los tres casos producidos todo indica que el personal penitenciario facilitó las fugas, ejemplificando que las producidas con dos internos que eran trasladados a la justicia el pasado 1 de noviembre, no se trabaron las puertas del vehículos ni se esposaron a los detenidos, y hay un testimonio de que se incitó el escape.

Indicó que por todas estas situaciones producidas en los penales, se removieron las cúpulas, se puso en marcha una nueva etapa con la designación de una nueva conducción, lo que fue consensuado con Oscar Albrieu, quien se hará a cargo del Ministerio de Seguridad y Justicia, “y estamos reforzando de aquí a fin de año todo lo que significa centralmente las cuestiones de seguridad ligadas a los penales”.

Di Giácomo explicó además que “recién a lo largo de este año empezó a querer funcionar verdaderamente como sistema” la estructura penitenciaria, con “la creación del escalafón penitenciario, estableciendo de esta manera la carrera penitenciaria, con el ingreso de personal masivo, de unas 280 personas, la mayoría vincula a seguridad y otros para integrar los equipos profesionales, donde por primera vez pudimos también desarrollar actividades vinculadas a lo tratamental de los detenidos”.

Recordó por otra parte que este año se produjo en Bariloche “una represión que consideramos fue más allá de lo que debe ser, correcta y respetuosa de los derechos de los internos, sino que hubo golpes, heridos y castigos que fueron denunciados como excesivos, y a partir de allí se inició un desplazamiento importante de personal”.

Enfatizó en este marco que tenemos derecho a presumir que hemos estado tocando intereses que tenía que ver con lo que habitualmente uno sabe que se maneja en las unidades penitenciarias, que tienen que ver con las situaciones de tráfico de influencias, de medicamentos, de alcohol y estupefacientes; pensamos que esto forma parte quizás de una actitud reactiva de algunos sectores que están viendo que este cambio está yendo hacia un nuevo sistema de trabajo”.

En cuanto a la fuga de 12 internos en el Penal 2 de General Roca, explicó que “es más compleja” la situación, primero se abortó un escape, y luego se produjo una segunda situación “donde evidentemente los internos continuaron con otro tipo de esquema generando toda una serie de distracciones, con un ayuda externa importante, de organizaciones que no teníamos hasta hace poco tiempo operando en la provincia”.

Destacó no obstante el accionar conjunto de la policía y de las fuerzas del penal para detener 9 de los 12 fugados, así como el “secuestro de armas y vehículos robados de otras provincias”, de la gente que dio apoyatura externa, y “se está trabajando sobre los otros 3 fugados”.

Di Giácomo indicó que a pesar del número de fugas producido en el año, “que son muchos, son demasiados”, está en el orden de las estadísticas de otros años acá y en otras jurisdicciones, y además “se produjeron muchas recapturas”.

Ratificó además que en todas las fugas “hubo sanciones y separaciones” del sistema del personal con responsabilidad.

Di Giácomo ratificó que el sistema seguirá avanzando en que predominen los agentes penitenciarios sobre los policías en las cárceles, que progresivamente, más allá de la formación y capacitación inicial, irán adquiriendo la experiencia necesaria para cumplir su función con eficacia.

Se avanzará además en la formación de cuerpos especiales que intervengan y que deben ser diferentes a los que realizan el trato cotidiano con los detenidos.

Informó que la población carcelaria actual en la provincia, está en los 750 aproximadamente, un número por arriba de la capacidad teórica, que es un problema que viene de arrastre de hace muchos años. Ejemplificó que hay 320 internos en General Roca, sobre unos 250 que prevé el lugar.

Por su parte, el subsecretario Ramón Viñuela, negó que se haya ejecutado sólo el 10% de lo presupuestado en obras para las cárceles, ya que efectivamente hay 20 millones presupuestados de Rentas Generales, de los cuales están comprometidos créditos por 18.800.000 pesos, con un devengado de 3.200.000 pesos, dos certificaciones de obras de unos 4 millones de pesos, que se devengarán de acá a fin de año, es decir, de los 18.800.000 pesos van a estar ejecutados 6 ó 7 millones este año.

Clarificó no obstante que el relevamiento de las necesidades llevó tiempo “y entre medio hubo dos o tres motines” y eso “es lo que más tiempo llevó”, pero luego el procedimiento “fue rápido”.

Destacó que “de hecho las obras en Roca se están ejecutando, en Bariloche se comenzó a trabajar, en Cipolletti está el inicio de obra y la que más está atrasada es Viedma, pero el expediente está armado en marcha”.

Negó además que haya una falta significativa de elementos y equipamiento al personal, ya que hubo compras de un nivel inédito, sin antecedentes en años anteriores, entre ellos de chalecos antifaca, chalecos antibala, más caras antigas, escudos, cascos, indumentaria, nuevas tecnologías, entre otros,.

Mencionó la inversión este año de 1.100.000 pesos en uniforme, 980 mil pesos se invirtieron en diciembre último en elementos de seguridad y se acaba de emitir una orden compra de equipamiento completo para los grupos especiales.

"Trabajar en la planificación"

Osvaldo Torres, flamante director general del Servicio Penitenciario Provincial, se retiró en 2012 tras 31 años de servicio en el Servicio Penitenciario Federal.

“Llegué a la máxima jerarquía de Inspector General. En los últimos años tuve funciones de máxima conducción, fui presidente del Ente Cooperador Penitenciario, director de Personal y del Sistema Previsional y ocupé todas las funciones de la obra social del sector”, remarcó.

En ese marco, Torres señaló que la cuestión penitenciaria “tiene que ver, en gran medida, con la propia realidad social y con el accionar de la política y la gestión técnica penitenciaria”.

Además, el nuevo titular del Servicio Penitenciario rionegrino destacó la importancia de trabajar en la organización y planificación. “Si bien la coyuntura presenta emergencias y cuestiones que deben ser resueltas, el propio día a día va a definir cuánto nos estamos direccionando hacia una meta de gestión que sea conteste con la Ley de Ejecución Penal y los tratados internacionales. Ese es el norte”, señaló.

Además, sostuvo que también se avanzar en el concepto de la seguridad penitenciaria. “En este tema se requiere especialización y hay que tender hacia eso. Es un mundo distinto, un microcosmos que requiere ambientes seguros para los internos, el personal y todas las personas que transitan la cárcel”, remarcó.

Por su parte, Marcelo Hugo Rascov, asesor y consultor, señaló que se tratará de trabajar “con todos, desde el encargado de un pabellón hasta el personal superior, dándole un trabajo a cada uno”.

“Hay que buscar los lineamientos de trabajo en base a la necesidad que tenga la fuerza y en base a cada uno de los establecimientos en particular”, añadió.

También te puede interesar...