Asimismo, hizo referencia a las elecciones internas que el Justicialismo rionegrino tendrá el 22 de diciembre. “Yo no soy candidato, pero veo con algunas dudas estas elecciones porque son sólo locales (para las autoridades de las Unidades Básicas de cada localidad), cuando me hubiera gustado que se ponga en juego la orientación de todo el Partido Justicialista de la provincia”, señaló.

Agregó que “hay algunas cuestiones que tienen un lado proscriptito, ya que –por ejemplo- los compañeros de Bariloche debieron hacer 2.000 kilómetros (ida y vuelta a Viedma) para obtener un papel que los habilite a presentar una lista. Eso es porque no están conformadas las juntas electorales locales. No sé como harán los compañeros de la Línea Sur”.

De todas maneras –sostuvo- los compañeros de la Corriente Peronista Federal que están armados listas en Bariloche, Cipolletti, General Roca, Comillo y tal vez en El Bolsón, tienen mucho entusiasmo y ganas de participar. Quieren reflejar la no satisfacción con algunas direccionalidades de los últimos tiempos y debatir el papel del PJ respecto del gobierno de la provincia.

Más adelante Nemirovsci consideró que “hay cuatro o cinco temas que el Peronismo debe definir con mucha precisión, como la incorporación de nuevas tecnologías a la producción y el empleo de la provincia; la crisis legendaria e histórica de la fruticultura y la atención a los poco más de 1.000 productores que quedan (de los 2.500 que había)”.

“Tenemos que analizar también la forma de mejorar el turismo, tanto en las zonas consagradas como en las regiones con vocación de esta actividad, así como debatir la necesidad de un banco provincial que sea testigo de tasas y se dedique a la alternativa de créditos para la producción”, expresó.

Añadió que “estos temas –que no son de libros, sino de práctica política- algún día se debatirán, por eso me parece importante confrontar ideas”.

¿Cómo es su relación con el senador Pichetto?

Hasta el sábado pasado, cuando tuvo palabras muy agresivas conmigo, tenía una excelente relación en términos personales. No en lo político porque discrepo en muchas cosas. Tengo mi historia y estoy muy orgulloso de ella; y él tiene la suya, que no comparto. Pero en términos personales, siempre fue un hombre con el que me sentí cómodo hablando y le reconozco muchas cosas. Pero el sábado me calificó de estúpido. No encuentro connotación política a ese término, por lo que entiendo se trata de una agresión personal. A partir de ahí mi relación no puede ser buena. Aunque tampoco me interesa.

Tanto en el 2007 como en la última elección trabajé por su candidatura. He tenido actitudes, desde hace seis años, de absoluta cordialidad y respeto para con todos los dirigentes del PJ rionegrina, cosa que antes no era así porque no ponía freno a determinadas palabras. Reconozco que a veces me faltaba mesura.

Si hago la campaña y me manejo con respecto, sin dividir el voto en las elecciones pasadas, y me contesta de esa manera, el tema es personal. Ello me libera de esta decisión mía de haber sido respetuoso, porque no quiero ser tonto y poner la cabeza donde me la quieren cortar.

Soy un funcionario del gobierno nacional que se rompe el alma gestionando la televisión digital, y antes la Ley de Medios, y no hay ningún reconocimiento hacia eso, sino que se me arremete. Estúpido sólo soy para Pichetto. Le puedo asegurar que no lo soy.

-¿Qué piensa sobre la acusación de la autoría de las pintadas con la inclusión de Pichetto en la fórmula presidencial 2015?

Eso es una locura. Él sabe muy bien como es. Si hubiese sido así, no se enoja. Que averigüe más cercano a su propia tropa. Yo no me dedico a eso porque hago política en serio. Nosotros expresamos en alguna pintada algo muy concreto: Nuestra única líder es Cristina-Corriente Peronista Federal. Después pintaron al lado Scioli-Pichetto 2015. ¿Por qué lo pintaría yo? ¿Por qué me tomaría el trabajo de gastar plata? La verdad, una locura. Él sabe que es así, lo que pasa que tomó trascendencia nacional. Yo no sé si él fue, pero fue gente que está con él.

Hay una pintada, pero también hay declaraciones de una senadora nacional electa, Silvina García Larraburu, diciendo que Pichetto debe estar en una fórmula, así como de una agrupación de Sierra Grande. ¿Yo la obligo a García Larraburu?

Estos 10 años han servido para madurar muchas miradas que tengo sobre la Provincia. Ellos, a lo mejor, siguen en la misma y me achacan cosas que harían.

Lamentablemente esto se sabe como empieza, pero no como termina. No creo que sea positivo porque puede despertar formas violentas y agresivas que ninguno quiere.

-Quien estuvo muy duro con usted ayer, por Twuitter, fue el legislador Ariel Rivero

Que lo que voy a decir no se tome como vanidad, pero la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ONU) –a través de su presidente, Hamadoun Touré, me felicitó de manera personal por mi trabajo con la televisión digital. El ministro De Vido me ha mandado más de una vez a reunirme con los ministros de Comunicación de Perú y Brasil. La Presidenta ha hablado de mi trabajo. ¿Les parece que las palabras de Rivero pueden tener asidero? Recorrí 22 provincias y cerca de 100 localidades, más 170 charlas sobre comunicaciones. ¿Cómo voy a responder cuando dice que me dedico a pasear por Recoleta? Cuando dicen que demuestre cuantos votos tengo ¿Qué se yo cuantos votos tengo? Los puse todos para que gane el FpV en Río Negro el 27 de octubre, aún con las dudas que me merecía el candidato, pero soy parte del gobierno nacional. Yo hago lo que hago, el que quiera tener votos que vaya a elecciones y los saque. Yo gestiono a favor de este gobierno y en un área muy sensible, como es la comunicación.

-¿Siente ganas de volver a la Provincia para luchar por algún cargo?

En realidad hay una distancia con la gestión provincial porque estoy en cargos a nivel nacional hace 10 años, pero yo vuelvo todos los fines de semana a Bariloche, donde vivo. Es un territorio político en el que me siento cómodo.

La diputación nacional y mis cargos en la CNC y la TDA me permitieron recorrer todo el país, aparte de la América cercana, donde percibí experiencias -incluso en Europa- de gestiones eficientes. No soy el mismo que en el 2003, junto c Néstor Kirchner, me fui como diputado nacional a armar el primer esquema kirchnerista en todo el país.

Sin embargo esa distancia de mi provincia me hizo tener otra mirada, ser mucho más mesurado –lo cual es bueno para la política- y me dio firmeza en mis convicciones de lo que creo hay que hacer en Río Negro. Por supuesto que me interesa participar en esas cosas que hay que hacer.

He llamado al gobernador de la provincia –me he reunido tres o cuatro veces- para ofrecerle colaboración y no obtuve ninguna respuesta. Defendí a este gobierno, porque es del FpV, pero falta que el peronismo defina orgánicamente como se ubica frente a él.

En el momento de mayor crisis entre Weretilneck y Pichetto hablé con los dos, viajé a Viedma y a Roca, en función de una paz que permita que la provincia vaya hacia delante. Pero me parece que en algunos niveles hay mucha soberbia, mucho ninguneo. A mí no me preocupa lo individual, yo tengo una vida hecha en la militancia.