La actividad que abarcó dos jornadas estuvo dirigida a docentes y personal
penitenciario y se apuntó a promover y difundir la igualdad y la no
discriminación en el acceso a la educación de las personas privadas de
libertad.
“Esta semana estuvimos con una capacitación similar en Cipolletti. Creemos
que es muy importante generar estos espacios de reflexión sobre la tarea
docente, sabiendo que en estos casos se trabaja en un contexto muy
difícil, con mucha tensión y más aún teniendo en cuenta el estado de los
penales de la provincia que hace que la tarea sea más compleja”, destacó
el delegado rionegrino del INADI, Julio Accavallo.
En el año 2003, se creó el Programa Nacional Educación en Establecimientos
Penitenciarios y de Minoridad a fin de instalar el tema de la educación
para las personas privadas de libertad en las agendas políticas
nacionales, provinciales e internacionales. Tres años después, la Ley de
Educación Nacional 26.206 incorporó la atención de las personas en
contextos de privación de libertad como una modalidad del sistema
educativo.
En Argentina, existen en total 50 mil internos alojados en 166 unidades
penitenciarias provinciales y 30 dependientes del Servicio Penitenciario
Federal. Según datos de la Estadística Penitenciaria Nacional realizada
por el Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos en el año
2002, el 34 por ciento de los internos tiene el nivel primario incompleto
o ningún nivel de instrucción (más de 15 mil personas). Y si bien en todas
las unidades penitenciarias se ofrece Educación General Básica, sólo el 17
por ciento de la población efectiviza sus estudios en las mismas.
En relación al nivel medio, el 60 por ciento se encontraría en condiciones
de cursar este nivel (26.538 personas); sin embargo, sólo el 20 por ciento
de las unidades penitenciarias tiene centros con esa oferta educativa. La
oferta más difundida es la de cursos breves de Formación Profesional;
mientras que la oferta de educación superior no universitaria o
universitaria es muy escasa y se centraliza en algunas jurisdicciones.
Sólo el 29 por ciento de la población interna (15 mil personas) accede a
los servicios educativos en las unidades penitenciarias. La situación
laboral al momento de ingreso en las unidades penitenciarias es otro dato
interesante ya que de la población detenida, el 46 por ciento de los
detenidos eran desocupados y el 38 por ciento eran trabajadores de tiempo
parcial.
“Lo que se pretende desde el Ministerio de Educación y el INADI es apoyar
y fortalecer el trabajo de los docentes que se desempeñan en cárceles ya
que los internos tienen el derecho a recibir educación y a su vez esto
contribuye a su reinserción en la sociedad. Asimismo la extensión del
servicio educativo aporta a reducir el índice de reincidencia teniendo en
cuenta que de acuerdo con los datos estadísticos de la Organización de
Estados Americanos (OEA), el 90 por ciento de los reincidentes no asistió
a los programas educativos en cárceles”, aportó Accavallo.
En lo que respecta a la provincia de Río Negro, el Convenio de Cooperación
Educativa entre el Ministerio de Educación y el Ministerio de Gobierno
provincial se propuso promover acciones educativas en establecimientos
penitenciarios, asumiendo el compromiso de implementar progresivamente la
universalización de la cobertura educativa en los establecimientos
penitenciarios; diversificar la oferta educativa que incorpore el nivel
superior y la formación profesional y desarrollar políticas culturales y
artísticas.

29 diciembre 2025
Río Negro