La misma, admite que se puedan comprar terrenos de hasta 150 mil pesos -dato que aprovecharon los propietarios de tierras para aumentar los costos- pero le otorga al beneficiario tan sólo 100 mil pesos.

En este sentido, la concejal Laura Ramos (ACpD), consideró que si el programa estaba dirigido a gente sin capacidad de ahorro, debió preverse que el tope de los terrenos que pudieran comprarse en ese marco fuera igual a suma otorgada por el crédito. Además, puso en duda las intenciones de ciertos propietarios de tierras que presionan para urbanizar suelo rural y alentó a encontrar la solución dentro de la planta urbana actual, ajustando los precios de los lotes disponibles.

¿Por qué entiende que el mismo crédito PROCREAR dificulta la compra de tierras y causa una escalada en los precios de la misma?

Porque el PROCREAR vino para atender a un segmento de la población que hacía años no obtenía respuestas del sistema hipotecario ni de los institutos de vivienda, por eso el alto grado de demanda del programa en todo el país, pero ni el Municipio de Viedma, ni ningún otro, pueden hacer mucho contra la escalada de los precios de la tierra. Y esta escalada fue provocada por una cláusula del mismo programa que admite la compra de terrenos de hasta 150 mil pesos.

Y si el programa estaba dirigido a un segmento social sin capacidad de ahorro, debió apartarse un poco de la lógica de los créditos hipotecarios estándar y prever que el tope para los precios de los terrenos que pueden comprarse fuera igual a la suma otorgada por el crédito, es decir 100 mil pesos.

Porque nos guste más o nos guste menos, todos sabemos que vivimos en una economía de mercado y el progresismo no puede ser sólo discursivo. Acá hacía falta definir un mecanismo que contrarrestara la tendencia alcista de los precios del suelo.

El alza de los precios de terrenos urbanos originó que haya oferta de propietarios de tierras rurales ¿es éste un recurso que evalúe el municipio?

No en principio, porque es muy simple disparar la presión para urbanizar/lotear suelo rural y hay antes otras posibilidades para analizar. Llaman la atención estas ofertas porque son presentaciones muy básicas, que no anexan estudios de ninguna naturaleza. Algunas hasta incluyen el precio de los lote para que encajen en el PROCREAR. También es muy llamativo que los propietarios presentaron estas solicitudes ante el Concejo Deliberante y ante el Banco Hipotecario y evitaron hacerlo ante el área que corresponde, el área de Planificación Urbana del Poder Ejecutivo. Ninguno de los presentantes ignora que es el Estado Municipal, a través del área correspondiente, quien planifica la ciudad.

De todos modos ¿el Poder Ejecutivo va a analizar estas solicitudes aunque considere que no es la solución más viable?

Por supuesto, como siempre viene haciendo desde siempre. Es una función bastante habitual del área de planeamiento recibir estos requerimientos de lotear suelo rural, analizar el grado de consolidación de las zonas vecinas y las prefactibilidades de servicios, entre otros. También se analizan los costos de la urbanización, si se trata de suelos inundables y la cercanía a los nexos de las infraestructuras de servicios, porque luego el costo de estas cargas se distribuye sobre toda la sociedad.

Lo que hay que tener en cuenta, además, es que cualquier propuesta de ampliación de la planta urbana va a responder al modelo de crecimiento lineal de la ciudad, paralelo al río, modelo legitimado desde hace 10 años y que cuenta con el acompañamiento de las organizaciones vinculadas al planeamiento urbano. La misma está siendo objeto de un trabajo de Ordenamiento Territorial con la Provincia y la Nación.

Cuál es la salida entonces, para dar respuesta a la gente del PROCREAR?

Vamos a poner las cosas en su justo medio. En Viedma no llega a 400 el número de beneficiarios sorteados para el PROCREAR, en esta línea que incluye a los que no poseen terreno. Entonces aquí no tenemos la situación de otras ciudades, General Roca por ejemplo, que se encuentra de golpe con una demanda de 1500 lotes, que impacta de forma violenta sobre el mercado del suelo y complejiza cualquier intento de mantener una planificación urbana responsable, que no resulte pan para hoy y hambre para mañana.

Acá la cantidad de lotes requeridos nos permite pensar en encontrar la solución dentro de la planta urbana actual. Ese es el objetivo de todos los sectores, lograr diseñar un mecanismo que permita ajustar los precios de los lotes disponibles dentro de la planta urbana actual. Estamos trabajando en una norma que permita que la dotación de servicios, que es lo que encarece el precio del lote, pueda ejecutarse en etapas. Este es el camino que el gobierno local tomó para colaborar en la búsqueda de una solución, ante las dificultades que el programa desnudó.

Ahora bien, permítaseme deslindar responsabilidades. La voluntad política del gobierno local de ponerse al servicio para encontrarle una salida al PROCREAR, fue un acto absolutamente despojado de mezquindad política de parte del Intendente Foulkes, pero no se trata de ingenuidad. Porque el sol no puede taparse con las manos y la responsabilidad de la viabilidad de este programa es de sus autores, o sea, del gobierno nacional. así como el planeamiento urbano es responsabilidad del gobierno municipal.

También compete al Estado municipal contrarrestar la permanente presión inmobiliaria por volver urbano el suelo rural, con los consiguientes costos de urbanización que esto origina para todos. Así como también poner en marcha políticas activas de gestión del suelo para superar los vacíos urbanos por ejemplo. En este orden de cosas Viedma puede exhibir muy buenos resultados.  A grandes rasgos, desde el Municipio se incorporaron 2100 de los 4800 lotes que se sumaron a la planta urbana en los últimos 10 años. Esos fueron destinados a loteos sociales. Pero además, a partir de la presión ejercida por el impuesto al baldío, se encuentran en ejecución desarrollos urbanos que contabilizan unas 800 parcelas. Y como último dato, Viedma cuenta hoy con casi 2000 parcelas baldías con servicios. Esto tiene que ver con las herramientas de gestión del suelo que lleva adelante el Municipio de Viedma.