Cabe recordar que el 23 de diciembre pasado, el Juez de Ejecución Penal doctor Juan Pablo Chirinos realizó una inspección de las distintas dependencias policiales que tienen lugares de detención. Lo acompañaron integrantes del Observatorio de Derechos Humanos y la legisladora Silvia Horne como representante de la Comisión contra la Tortura de la Legislatura de Río Negro. En la audiencia asistieron representantes de la Secretaría de Derechos Humanos, de la Fiscalía de Estado y el Jefe de la Policía, doctor Fabián Gatti acompañado por un asesor legal de la institución. El juez Chirinos hizo un breve repaso del acta de la inspección, unidad por unidad y señaló las escasas normas legales que indican como deben ser los lugares de detención.
Sobre los calabozos de la Unidad 21ª dijo que habían sido clausurados en virtud de un Hábeas Corpus hace tres años y que fueron habilitados de oficio sin las obras terminadas. Expresó que la iluminación desde el exterior es escasa. Aclaró que con respecto a esto, se debe poder leer un libro a las dos de la tarde y con iluminación artificial de noche. Sobre el destacamento de Barrio Nuevo de la misma unidad dijo que fue clausurado por problemas en la calefacción, no había agua y por problemas en las cloacas. No se arregló más. Allí funcionaba una oficina cautelar y el calabozo era utilizado para menores o mujeres.
En cuanto a la unidad de J.J. Gómez, el juez informó que el día que fue había dos detenidos en cada celda y otro durmiendo en un pasillo y que las dimensiones de los calabozos eran para una sola persona. Había buena ventilación, no había luz eléctrica ni agua para los inodoros.
En el Destacamento de Paso Córdoba, los calabozos están clausurados desde hace años. Son pequeños con poco o nada de ventilación. Puertas muy seguras.
Luego la inspección pasó por el Destacamento de Chacra Monte. Son instalaciones nuevas. Habría lugar para dos internos, pero el día de la inspección había dormido cuatro o cinco, uno en el suelo porque el colchón estaba mojado con aguas servidas por problemas en las cloacas. Se había llovido en varias oportunidades, no tienen agua potable, la comida llega tarde o nunca pues es traída del penal de Roca.
En la subcomisaría de Stefenelli hay sitio para uno o dos en una sola celda. La única luz natural ingresa por un ventiluz situado muy alto. Tiene una puerta placa y no había agua en el baño de la celda.
Siguiendo la recorrida, expresó que en la Comisaría 31ª los calabozos están clausurados desde el 2006 y nunca fueron rehabilitados. No pudieron ingresar para verificar su estado. En las 500 Viviendas hay un destacamento en el que hay un lugar que se usa como celda, reducido, con sólo luz eléctrica con un colchón que mantienen parado pues sino no se puede abrir la puerta. Es sólo una cabina telefónica, graficó el juez Chirinos.
En la Unidad Tercera se inauguraron un sector para detención con cinco celdas para un total de 20 detenidos. Dos de los calabozos no son utilizados pues en ellos hubo fuga de detenidos. En otro, como se encuentra detenida una mujer, ésta es la única ocupante.
Luego de un intercambio de opiniones estuvieron de acuerdo en la necesidad de dictar una norma que especifique desde la construcción hasta el uso de los lugares de detención en las unidades policiales, algo que el Jefe de la Policía expresó que era posible hacerlo en el corto plazo. Es necesario reglamentar el uso para hacerlo más racional, ya sea por unas pocas horas o de una detención de varios días.
Finalmente, Fabián Gatti, el Jefe de la Policía provincial expresó que como no veía obras de envergadura, empezarían de inmediato para ponerlos en condiciones de acuerdo al detalle que existe en el expediente. Fijaron un plazo límite de noventa días para la realización de las obras, el 30 de abril fue fijado como día para una nueva audiencia para verificar el cumplimiento y que el 28 el juez realizaría una nueva inspección por las unidades policiales.
FUENTE: La Súper
17 enero 2025
Judiciales