El grave conflicto gremial en el Estado rionegrino que se mantiene vigente desde hace meses, si por algo se ha caracterizado, es precisamente por la ausencia de la Secretaría de Trabajo. Si una función debe cumplir este órgano y los funcionarios que los integran, es garantizar, a través de su intervención ante las partes en conflicto, que todos los servicios estatales se brinden con total normalidad.

En cambio, desde el sindicato se observa un retroceso importante en el funcionamiento de la referida Secretaría y una fuerte influencia del Poder Ejecutivo Provincial sobre ella. Los funcionarios que dirigen la cartera no actúan de manera independiente y se subordinan rápidamente  a la órdenes del poder político. 

Al asumir funciones el nuevo Gobierno, desde ATE se destacaron algunas de las acciones del órgano del trabajo, ya que de manera eficiente intervenía en los conflictos que los trabajadores mantuvieron con los Estados provincial y municipales. Esta intervención, hoy brilla por su ausencia.

Por otro lado, y ante la realidad actual, se impone la necesidad de comenzar a pensar en otro tipo de organismo para que intervenga en todos aquellos conflictos en los cuales el Estado sea parte. No existe manera que haya imparcialidad de la Secretaría de Trabajo, cuando en realidad, esta depende y recibe órdenes del poder administrador.

"Con preocupación observamos por estos días un fuerte retroceso de la Secretaría de Trabajo de la provincia. Más de dos meses continuos de reclamos que afectaron todos los servicios públicos, merecían la intervención de la Secretaría. Resulta evidente que los funcionarios de esta cartera están absolutamente subordinados a las órdenes del Poder Ejecutivo. Tenemos que comenzar a pensar seriamente en otro organismo que, con independencia, intervenga en todos los conflictos en los cuales el Estado sea parte".