La movilización fue realizada esta mañana, pero decidida el martes por la noche, luego de operativos que se efectuaron en las bases de algunas empresas del sector, en Viedma.

A través de ese petitorio solicitaron el cese inmediato de las inspecciones porque consideran que “se realizan sobre algo que no está reglamentado”.

Asimismo se preguntaron a qué caja previsional deben realizar sus aportes provisionales, ya que aducen que no existe en la provincia una que los comprenda. Cabe destacar que actualmente, los pocos choferes que se encuentran con relación de dependencia lo harían mediante el convenio de los empleados de comercio.

Denunciaron también que las inspecciones “se encuentran acompañadas de personas que nada tienen que ver con el quehacer de la profesión, que ya han sido excluidos del sindicato”.

En ese sentido, y al ser consultados sobre el papel del gremio en este conflicto, subrayaron que “para nosotros está acéfalo y para el Ministerio de Trabajo de la Nación también”.

Explicaron que la Federación que los nuclea expresó su malestar debido a la existencia en Río Negro de dos sindicatos (el que lidera Riquelme y otro conformado recientemente en Bariloche, al mando de Luis Barrales).

“De los 4.000 choferes que somos en la provincia, Riquelme tiene apenas 120 empadronados y de ellos ninguno aporta. Para la Nación es un gremio que no tiene afiliados”, sostuvieron.

Consideraron que “en un plazo de dos o tres meses se volverá a llamar a elecciones, teniendo en cuenta que la Federación enviará toda la documentación (de las elecciones) a Trabajo de la Nación para que actúe”.