La concejal, Laura Ramos, se refirió a la intervención que tuvo la Presidenta del Concejo Deliberante de Viedma, Patricia Pocai, y manifestó que “¿Alguien escuchó a la concejal Pocai justificar su voto de la bancada, por qué en un año cambió de opinión radicalmente? Nadie la escuchó, a lo mejor algún medio amigo, pero nadie más”.

En ese sentido dijo que es “un absurdo absoluto que un concejal va a votar en disidencia con todo el resto del Bloque y no justifica su voto. Levantamos la mano y la bajamos rapidito. Terrible”.

A su vez reconoció que “yo sabía que la concejal Pocai iba a hacer eso, incluso cuando empecé mi alocución dije que estaba hablando en representación de parte del Bloque. Lo que no me esperaba era una actitud tan cobarde de ni siquiera justificar su voto”.

En cuanto a la creación de la Unidad de Gestión de Planes de Viviendas, consideró que “no hay ningún beneficio, no proponen una propuesta superadora ni nada de eso. Se crea una comisión, para variar cuando no se les cae una idea ni trabajan en una ordenanza ni tienen proyectos, crean una comisión para que trabaje por ellos”.

En base la a posibilidad de vetarlo, indicó que “este tema se tiene que promulgar o vetar porque está aprobado, y para contradecir el veto se requeriría de dos tercios de los votos, es decir 6 de 9, que son los que votaron”.

Con respecto a la cantidad de votos, deslizó que “si la concejal Antonio cambió absoluta y radicalmente su opinión entre la Comisión de Viviendas de Rulli y la Unidad de Gestión de Rousiot, que es lo mismo, ¿Quién nos dice, no?”.

Más adelante dijo que “no es nuestra lectura” atribuirlo al radicalismo de Viedma, y que “ni es el camino por el que vamos. Cada sector político entenderá las responsabilidades que le competen, y es muy pronto para hacer cualquier tipo de análisis”.

“Fue una acción de mucha gravedad de parte de la concejal Pocai”, concluyó Ramos.