“Creo que se inicia una nueva manera de vincular a la nación con las provincias y hay que aprovecharlas” planteaba el gobernador rionegrino hace menos de un año, “obviando que el proyecto político, social y económico de Macri es intrínsecamente injusto. No hay matices, el neoliberalismo quiere menos Estado, más Mercado y resalta siempre el éxito personal” reflexionaron.

El referente provincial del espacio, Leandro García, expresó “Si realizamos un parangón con la historia reciente de la Argentina, nos encontramos con la misma matriz del gobierno de Menem. La única diferencia es la velocidad de los retrocesos. Lo que ocurre y ocurrirá está en la portada del manual neoliberal: mención del desastre del gobierno anterior y de la necesidad de acomodar el Estado, reducción de impuestos a los poderes económicos, reducción de la Coparticipación, endeudamiento de los Estados provinciales a límites insostenibles, “necesidad” de ajuste del gasto público, crisis soportada por las mayorías populares”.

“El gasto en personal y bienes de consumo y servicios se llevará el 76 % del gasto corriente y el 66% del gasto total, sin contar que la previsión del gasto en personal está subestimada a la espera de las paritarias. Para cubrir la diferencia entre ingresos (que se reducen en términos reales) y gastos, el Presupuesto 2017 estima una necesidad de endeudamiento que ronda los 7,000 millones de pesos (monto subestimado por lo que se planteó acerca de la imprevista pauta de incrementos salariales). En un contexto como el actual, de importante y acelerado endeudamiento, es impensable contar con esa capacidad de tomar créditos el año que viene ” agregó el integrante de la mesa de conducción provincial, Matías Chironi, “la consecuencia inevitable a las que nos lleva la política macroeconómica nacional es el ajuste” remarcó.

Por último, Laura De La Rosa mencionó que el Presupuesto “es un cúmulo de buenas y malas intenciones, pero que supedita el rol del Estado Provincial a pagar sueldos, olvidándose de las políticas públicas que buscan equidad en las oportunidades de desarrollo y de genero, entre otras”. Plantea en definitiva “un Estado Ausente, sin objetivos estratégicos de desarrollo humano, económico y cultural, y que sólo continua beneficiando a las corporaciones”.

"Además de no ser creíble por tener serias inconsistencias e imprevisiones, es esencialmente inocuo en términos de plantear políticas públicas que nos permitan avanzar hacia el prometido futuro de integración y desarrollo autónomo”, sintetizaron.