Autoridades locales y policiales verifican el cumplimiento de la normativa que prohíbe el acceso de menores a estos establecimientos

Comentar

La Municipalidad de Viedma, en colaboración con la Unidad Regional Primera y la Comisaría Primera, llevó a cabo un operativo de control en locales nocturnos de la ciudad para verificar el ingreso y permanencia de menores de edad. Esta acción tiene como objetivo asegurar el cumplimiento de la ordenanza municipal 9010, que prohíbe el acceso de personas menores de 18 años a estos establecimientos, y responde a la creciente preocupación por la seguridad y bienestar de los jóvenes en la vida nocturna.

El operativo, realizado de manera conjunta entre las fuerzas de seguridad y el personal municipal, se enfocó en garantizar que se respete la normativa vigente y prevenir situaciones que puedan poner en riesgo a los menores. En este sentido, el subsecretario de Protección Ciudadana, Norberto Domínguez, destacó la importancia de estas intervenciones y la necesidad de seguir reforzando los controles hasta que se realicen posibles modificaciones o reglamentaciones adicionales a la ordenanza 9010.

Domínguez también subrayó que el operativo forma parte de un esquema de contención que incluye medidas como la iniciativa del “Último Primer Día”, que busca evitar que los menores accedan a los locales nocturnos. Además, el funcionario indicó que existe la posibilidad de que, en un futuro cercano, se modifiquen las normativas vigentes para adaptar la edad de ingreso a estos establecimientos a nuevas realidades sociales y de seguridad.

Por su parte, el comisario René Sánchez, jefe operativo de la Unidad Regional Primera, explicó que, en el marco del operativo, se realizaron intervenciones en varios locales nocturnos de la ciudad. Durante estos controles, se constató la presencia de menores en uno de los establecimientos, lo que derivó en la labrada de un acta de infracción contra el propietario del local. Los menores fueron rápidamente resguardados por personal de Defensa Civil municipal, quienes se encargaron de contactar a los tutores o progenitores para que los retiraran del lugar de manera segura.