El flagelo de la droga está presente en todas las localidades de la provincia y es un reclamo permanente de todos, lo que nos permite afirmar sin dudas, que al igual que la Argentina, Río Negro dejó de ser una provincia de paso, para convertirse en una provincia de venta y consumo de drogas.
Recuerdo que en las reuniones de campaña que mantuve en los barrios de la provincia, ésta fue la principal inquietud que me manifestaron las madres preocupadas por sus hijos. Me decían: en aquel kiosco se vende droga, ese de la motoneta, aquella mujer de la bicicleta que está frente a la escuela, el vecino de mi casa.
Era el tema de los discursos en los actos que con mayor atención escuchaban y más apoyaban. Y esa es una señal ineludible de la gente.
Es decir, de quienes en forma permanente conviven con este grave problema que algunos creen que lo van a eliminar ignorándolo.
Las cosas comenzarán a cambiar cuando admitamos su existencia, cuando asumamos, gobernantes y sociedad, la necesidad de combatir de frente a este negocio de la muerte. No debemos temerle aquellos que no le debemos nada a nadie.
16 noviembre 2024
Opinion