El ex funcionario municipal maragato señaló que desde el organismo interjurisdiccional se está trabajando en los embalses “para ver como responde la fauna ictícola, fundamentalmente en los emprendimientos de truchas en cautiverio”.
“Este es un tema que ocupa a las dos provincias”, dijo y agregó que en Bariloche también se están haciendo estudios y convenios para analizar las consecuencias de las substancias volcánicas caídas en los ríos y lagos de la zona.
Reiteró que “se hacen análisis permanentemente” y descartó que el material genere inconvenientes con el agua para su consumo.
“Es muy difícil que este material llegue a la Comarca porque hay muchos embalses en el camino como Piedra del Águila, Picún Leufú, El Chocón y Arroyito”, dijo Romero a FM de la Costa.
Señaló que en el dique Alicura se trabajó para evitar que este material (en su gran mayoría piedra pómez con un espesor de 300 micrones) pueda pasar por la turbina y complicar su trabajo.
“Se han puesto mallas protectoras, las mismas que se usan con derrames de petróleo, y así toda esta ceniza se derivó a un vertedero”, señaló. Todo este material que fue desviado irá al embalse de Piedra del Águila (a 100 kilómetros), aunque se prevé que mucho decante en el camino.
Finalmente, indicó que la cantidad de material volcánico que había caído en el río Limay “era enorme” y explicó que se había formado una capa de 9 kilómetros de largo y entre 70 y 90 centímetros de espesor.
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Estudian el efecto de la ceniza volcánica en los peces
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