En el semáforo del boulevard el auto paró y la criatura seguía jugando y se asomaba cada vez más. Esta persona arrancó muy rápido. En el lomo de burro antes de la estación de servicio seguíamos por Rivadavia; le tocamos bocina y le hice señas para que se siente. Lo hizo a medias y quien conducía aceleró y desapareció camino a la estación.
No sé que se hace con esto, pero si creo que cuando se otorgan o renuevan carnets de conductor habría que resaltar la importancia del cuidado de los propio hijos!!!
Gracias.
Graciela Piñero
graciela.pinero@gmail.com
14 enero 2017
Cartas de Lectores