Un masivo bocinazo intentó esta mañana “despertar” a la Justicia. Decenas de taxistas participaron acompañando a Miguel Díaz en su reclamo para que los Tribunales reabran la causa iniciada en 2007, luego que el joven chofer fuera atropellado por una camioneta.

Aquel accidente le provocó secuelas físicas permanentes y de por vida -apenas puede caminar y tiene un brazo inmovilizado-, y, según la etapa de instrucción, el conductor de la camioneta manejaba con exceso de alcohol en sangre, de contramano y sin seguro.

El Juez de Instrucción Ricardo Calcagno, tras dos años y medio, dictó el sobreseimiento del imputado, pero, luego de las apelaciones correspondientes del Fiscal y la querella, la Cámara Segunda revocó el fallo y dio intervención al juez Martín Lozada. El magistrado procesó al responsable del accidente y elevó a juicio el expediente, pero el tiempo transcurrido superó los límites correspondientes y el juez Gregor Joos se percató de que la causa había prescripto.

Esta mañana, acompañado por los taxistas, Díaz llegó a la puerta de Tribunales -en la intersección de John O'Connor y Vicealmirante O'Connor, donde estuvo interrumpido el tránsito- y pidió “que se haga justicia”.

“No entiendo como en cuatro años no me llamaron para ver como quedé” debido a los golpes recibidos, dijo a ANB, y agregó que espera “que haya un juicio y que condenen al asesino” que lo “mató en vida”, según explicó.

Emocionado por el apoyo de sus colegas, aseguró: “Sólo por mi familia sigo adelante”.

En tanto, el abogado de Díaz, Leonardo Pacheco, criticó el accionar judicial y dijo “no comprender como en cuatro años no se pudo resolver el expediente. Son señales negativas que emite (la Justicia), ésto no fue un accidente, porque se podría haber evitado” ya que “el conductor iba con exceso de alcohol en sangre y contramano”.

La figura bajo la cual se realizó la denuncia y se tramitó el expediente es la de lesiones culposas, que contempla una pena máxima de tres años de prisión en suspenso y la pérdida del carnet de conducir.

Paralelamente a la prescripta causa penal, la familia de la víctima presentó una denuncia civil. (ANB)