Sin lugar a dudas el sector al cual he representado liderado por el Intendente Martín Soria y el Senador Miguel Pichetto es el que refleja el espíritu y la pertenencia justicialista. Esto se ha visto reflejado en el resultado obtenido en todo el territorio provincial y será sin dudas este sector el que a través de la unidad y el consenso el que recuperará el gobierno el año próximo.

Quiero en este agradecimiento destacar muy especialmente la actitud casi inédita en la política Argentina de decenas de funcionarios que sin medir consecuencias personales (económicas o familiares) renunciaron a sus cargos por no compartir la filosofía ni el camino político elegido por este gobernador.

Estos valores se acrecientan si pensamos que los justicialistas esperamos casi una vida para poder gobernar y engrandecer en todos los aspectos posibles nuestra provincia. Al advertir que el gobernador se aleja abiertamente de nuestro partido y de la propuesta que Carlos Soria hizo a los rionegrinos,  priorizamos los principios y la pertenencia y decidimos retirarnos.

El domingo pasado no fue una simple elección interna entre peronistas, donde unos ganaron y otros perdieron. El domingo  los integrantes de la lista Celeste y Blanca enfrentamos a la lista Azul integrada por algunos compañeros, pero reforzada por punteros que pertenecen a las filas del gobernador de la provincia y volvimos a tener frente a nosotros, como en todos estos años a punteros del partido que gobernó la provincia durante décadas, los que al igual que en el pasado barrieron los barrios ofreciendo todo lo que uno pueda imaginarse para tratar de torcer la voluntad de nuestros afiliados.

Por todo esto quiero reafirmar las declaraciones del compañero legislador Rubén Torres, que con una simple regla de tres simple refuta las afirmaciones de Matías Rully con respecto a que son poseedores del 40 % de los votos del justicialismo. La realidad marca que ni por asomo llegan a ese porcentaje. Esta cifra se cae por sí sola cuando analizamos que sólo se votó en 12 localidades (ganó en 10 la lista Celeste y Blanca) en tanto en el resto de la provincia la lista fue consensuada. Es más, a nadie escapa que el exiguo caudal logrado en estas elecciones por la lista Azul, más allá de los compañeros que apoyaron esa la propuesta, se sustenta en la estructura brindada por antiguos servidores del régimen anterior y por el importante aporte brindado desde el gobierno provincial.