No dejamos de recordar el horror que representó la dictadura militar, como no dejamos de recordar la belleza que representa el surgimiento de un pueblo que no se entrega y sigue madurando su democracia. No dejamos de recordar cada día a las madres, a las abuelas, a los hijos y 40 años después también a los nietos de personas que sufrieron en carne propia las miserias de la represión y el intento de aniquilamiento de las ideologías.
Pensamos en el absolutismo y el depotismo que trajo el mal llamado Proceso de Reorganización Nacional y no podemos evitar las comparaciones -aunque las creencias populares marquen que son odiosas- porque hoy vemos en muchas oportunidades algunos signos de que el pasado está al alcance de la mano, sólo alcanza con estirar un poco los dedos.
Ver ondular la bandera norteamericana en Casa Rosada en el día de hoy, puede indignarnos o puede hacernos recordar, es una cuestión de posturas. Recordar que Estados Unidos fue uno de los impulsores de las dictaduras militares de los años 70 en América Latina como es hoy uno los instigadores de los gobiernos aferrados al capitalismo mas dramático, que se está imponiendo en toda la región y que no dudan en difamar, en destruir, en ocultar y en violentar.
Este 24 de marzo, en el día de la memoria, la verdad y la justicia queremos recordar no sólo a los muertos sino sobre todo a los vivos, a los jóvenes que hoy militan, discuten y actuan para transformar la realidad de su país; queremos verdad en los medios de comunicación monopólicos que con un discurso virulento generan violencia; queremos justicia para todos los argentinos que sufren y sufrieron el depotismo de la última dictadura militar.
Hoy queremos un pueblo empoderado que se imponga con el Nunca Más al cercenamiento de sus derechos; Nunca Más a las injerencias extranjeras; Nunca Más al miedo.
14 enero 2017
Cartas de Lectores