El joven concejal viedmense alertó sobre esta situación generada recientemente y manifestó que “la preocupación en la ciudadanía es muy grande, hay enojo de la gente con los funcionarios responsables y muchísima indignación de vecinos que se acercan diariamente a disfrutar del río y ahora ven como año tras año esta situación va empeorando sin que las autoridades intenten resolver este problema”.

El edil mostró su indignación con las declaraciones de los funcionarios bonaereneses de ABSA, quienes niegan sistemáticamente la situación, a la vez que destacó que no hay recolección de muestras de los vertidos lanzados al río. En este sentido, afirmó que “se deben tomar muestras para analizarlas con el objetivo de detectar contaminación, sancionar a los responsables y evitar futuros derrames”.

Montecino Odarda recordó que en el mes de septiembre se presentó como amparista junto a otros concejales, acción dirigida contra la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) por la contaminación del río Negro. La Justicia Federal de Gral. Roca dio lugar a esta acción de amparo e impuso a la AIC un plazo de 180 días para presentar el plan de remediación y obras para evitar el vertido de líquidos cloacales crudos al río, al igual que sustancias tóxicas y derivados hidrocarburíferos.

“Me provoca rechazo escuchar y leer declaraciones de diferentes funcionarios y voces oficiales que se empeñan en descartar completamente la palabra “contaminación”. Evidentemente no se bañan en el río, no están informados acerca de la prohibición de meterse al agua en el balneario de Allen por el peligro absoluto que esto acarrea, no visitan los lugares en los que los caños de diferentes plantas industriales vierten líquidos cloacales crudos al río, no registran los cientos de testimonios, fotos y videos que en las redes sociales sube la gente común hablando de las frecuentes infecciones en piel y ojos y efectos gastrointestinales habituales”, dijo el concejal de la CC ARI.

Finalmente, Montecino Odarda recalcó que “debe hacerse pública la información de la salud de nuestro río Negro. Los impactos ambientales que se están causando son de una magnitud que alarma. Es preciso dejar de negar la realidad y ponerse manos a la obra porque soy un convencido de que “si el río está sano, nosotros también lo estamos”.