“Nuevamente se toma la decisión política de financiar a los sectores concentrados de la economía a través del bolsillo de la población”, resaltó. Estas subas acompañan a los aumentos del 6% en las prepagas y hasta un 25% en el agua sólo en enero”, resaltó.
Advirtió que distintos centros de investigación han previsto serias dificultades para controlar la inflación por su incidencia directa en el precio de bienes y servicios. Expresó que “desde hace más de un año los argentinos vienen padeciendo la pérdida del poder adquisitivo y el ajuste continúa profundizándose”.
“Este esquema trae consecuencias gravisimas, como el impacto de modo directo a las micro, pequeñas y medianas empresas que hoy se encuentran en estado de emergencia económica”, expresó. La escala de costos se conjuga con la caída de las ventas, y el consiguiente riesgo de continuar en decrecimiento respecto al nivel de empleo.
“En la Patagonia desde hace más de un año se vive una sensación de angustia, desamparo y abandono de toda garantía de Derecho. Los aumentos de gas han obligado a elegir entre pagar o pasar frío; ahora nuestros habitantes también deben escoger si –por ejemplo- equipan a sus hijos para el inicio escolar, comen o pagan las facturas de luz”, finalizó.
Larraburu pidió informes por los aumentos de las tarifas
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