"Hay que cortar el cordón umbilical con el Estado"

El Padre Luis se pronunció a favor de que la Iglesia deje de ser financiada por fondos públicos.

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El cura párroco de Viedma Luis García se manifestó hoy de acuerdo con que la Iglesia Católica deje de recibir aportes del Estado y que sea sostenida por sus propios fieles. Igualmente negó que los sacerdotes y obispos cobren un sueldo estatal y aseguró que esos recursos se destinan al funcionamiento de los obispados y parroquias.

"Muchos pensamos que aunque sea poco hay que cortar ese cordón umbilical con el Estado", señaló García. 

"Hay muchos sacerdotes y muchísimos católicos que están de acuerdo con este posicionamiento", señaló y agregó que "la Iglesia para que aparezca y emerga con fuerza es necesario ir purificando de determinados acuerdos, de determinados privilegios, constumbres y tradiciones y que vaya emergiendo con fuerza lo que tiene que ser, precisamente el evangelio y esa actuación desde el evangelio".

Igualmente remarcó que "la financiación directa que hay del estado hacia la Iglesia es pobrísimo, no es una cuestión de otro mundo" y que llega a unos 130 millones de pesos al año. Además detalló que "los aportes a obispos, el mal llamado sueldo de los obispos" asciende a los 46 mil pesos mensuales y que se trata de un subsidio que por ley que se destina al funcionamiento de los obispados.

A esto se suman "los aportes a unas 530 parroquias de frontera que están en una situación de pobreza subsidio de 3 mil pesos mensuales" y las becas a seminaristas que ascienden a unos 2.500 pesos mensuales.

"Hay mucha gente que piensa que los sacerdotes cobran un sueldo y esto no es así, en la Argentina no cobran ningún sueldo del estado, sino que son los fieles católicos los que tienen que mantener a sus sacerdotes. Mucha gente vive con ese prejuicio, que viene en parte por esa falta de información", consideró el cura español.

"La diócesis de Viedma que cubre una tercera parte de la provincia está recibiendo por mes unos 60 mil pesos, que la mayoría se reciben en la figura del obispo y este los invierte en el funcionamiento del obispado", explicó García 

"Muchos pensamos que aunque sea poco hay que cortar ese cordón umbilical con el Estado, tenemos que cortar esa relación con el estado y empezar todo un proceso de purificación dentro de nuestra Iglesia que nos lleve a una mayor libertad y a un compromiso mucho más real y concreto con el evangelio", cerró. 

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