Cuando asumió Alberto Fernández la Presidencia de la Nación hizo referencia, al menos tres veces al cuidado de la Casa Común para hablar sobre una adhesión de su gobierno al cuidado del ambiente de manera solidaria y sustentable.

Es que en eso se basa la premisa de la Laudato Sí, una encíclica del Papa Francisco, emitida en 2015 y que considera la Casa Común al Planeta. Fernández hizo expresa mención a ese manifiesto de Francisco.

En 2015 nació Cuidadores de la Casa Común en la Argentina, un movimiento que puso manos a la obra la encíclica del Laudato Sí. Poco después ese movimiento llegó a Viedma, donde, asociado con la Fundación Patagónica Inaun Salud, con sede en la capital rionegrina desde hace muchos años, trabaja junto a jóvenes en situación de vulnerabilidad en talleres de aprendizaje. Hoy reúne a 61 jóvenes, entre varones y mujeres, quienes además destacan no solo el aprendizaje de oficios sino también la contención que se les brinda en ese espacio.

“Nosotros trabajamos en todo lo que tiene que ver con el cuidado del Medio Ambiente, pero también ofrecemos aprendizajes en diferentes ámbitos de lo que son nuestras economías regionales sustentables”, dice Claudia Peralta, una de las referentes de Cuidadores desde la primera hora. Los otros son Walter Bensoni y Stella Genari, quienes desde la Fundación Inaún no dudaron en aliarse a este proyecto que, a nivel nacional, fue impulsado desde La Plata por la ex secretaria de Seguridad y Justicia de Río Negro, Martha Arriola.

Cuidadores se define como una red de organizaciones sociales y comunitarias con el objetivo de generar nuevas condiciones de integración para jóvenes en situación de vulnerabilidad a través de la formación y la generación de oportunidades de trabajo digno en actividades vinculadas al cuidado de la Casa Común. Entre otras, producción de alimentos saludables, trabajo con la tierra, reciclado, promoción ambiental, generación de energías limpias.

En Viedma Cuidadores trabaja con talleres de Huerta Comunitaria, Energías Limpias o Alternativas, Apicultura, Turismo Sustentable y Comunicación y Medios.

“Yo empecé este año y la verdad es que estaba buscando aprender un oficio para poder trabajar y estoy muy contenta por todo lo que logramos con los chicos porque, incluso lo decíamos en una charla el otro día, ninguno se había imaginado antes de todo lo que finalmente terminamos logrando, aprendiendo. Nunca creí que podrían existir otras alternativas de trabajo y, al mismo tiempo, una forma activa de cuidar el Planeta y eso me pone muy contenta”, dice Macarena, quien este año se inició en un taller de Turismo Sustentable que fue un verdadero éxito.

Laura Morales es operadora del taller de Huerta Comunitaria, que funciona en el predio de la capilla de Fátima, en calle 7 de Marzo 940. “La idea es que esa huerta es agroecológica, no se usa ningún químico, fertilizante ni ningún remedio para combatir plagas”, afirma.

Destaca además el carácter comunitario de la huerta. “Participan de esta huerta varias organizaciones sociales de Viedma y es completamente solidaria, allí no solo trabajamos la tierra sino que además nos conocemos y conocemos también las realidades de cada uno; acá hay gente que pasa muchas necesidades, a veces la gente no cree que en Viedma haya gente que pase hambre pero sí, sucede y es acá nomás a unas cuantas cuadras de la casa de cada uno de nosotros”, añade Laura.

“Nos hemos sumado hace poco al Proyecto Agroecológico y hemos organizado ya la primera feria, así que con ganas y proyectos; invitamos a toda la gente a que pueda visitar nuestra huerta porque es abierta a toda la comunidad”, agrega Laura.

Claudia, por su parte, agrega que “cuando uno habla del espíritu de Cuidadores es poder revalorizar desde la propia persona hacia el resto de la comunidad y así generar inclusión. Cuidadores no solo es la cantidad de proyectos que tenemos sino también poner en valor todo lo que significa cada persona para que cada una de ellas pueda sentirse parte de, como dice la Encíclica, este gran Ecosistema del que formamos parte”.

A Cuidadores como movimiento lo “mueve el llamado de aportar al desafío urgente de proteger nuestra Casa Común desde la concepción de que un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres”.

“Muchas de nosotras venimos de no tener trabajo y somos mamás también; la verdad es que es una satisfacción saber que puedo aprender algo más y ayudar también al mismo tiempo a generar conciencia de que tenemos que cuidar nuestro ambiente, el Planeta y para mí es algo muy importante. En Cuidadores tenemos un apoyo, tenemos contención y pasa algo y podemos hablar, somos todos iguales porque lo que está en valor en Cuidadores es la persona”, agrega Macarena.

Laura dice además que “para nosotros la Tierra es mágica porque nosotros vemos como ese alimento que sembramos después lo podemos llevar a la mesa, compartirlo con la familia, sabiendo que es un alimento sano… es realmente maravilloso”.

Cuidadores de la Casa Común tiene un gran movimiento activo en muchas partes del país y pretende, desde 2020, fortalecerse como movimiento social, con proyectos de consolidación y con la expectativa de seguir aportando herramientas para que los chicos y chicas que concurren a sus diferentes grupos pueda no solo tener una salida laboral sino también ser generadores del cambio en el cuidado del ambiente.