Una mañana agitada, cargada de nerviosismo y en la que no faltaron insultos en un panorama de calor intenso y larga fila de vehículos que intentaban atravesar el puente. Así fue la jornada de paro con corte de ruta que se registró en Viedma por parte de ATE, que le reclama al Gobierno de Río Negro por la liquidación del porcentaje del aumento, el pasado 24 de noviembre.

Tras cortar el puente Nuevo el gremio de pechera verde se dirigió también al puente ferrocarretero para cortarlo en forma total.

Con el correr de las horas y el enojo de los vecinos de la Comarca, el 
 corte pasó a ser  intermitente,  con paso cada media hora, pero no fue suficiente para la cantidad de vehículos que transitan cada mañana por el puente Basilio Villarino.

Los humores de quienes se vieron obligados a esperar era diverso: estaban los que entendían la situación y hasta apoyaban el reclamo y también los que rechazaron a viva voz la presencia del gremio ATE en el puente.

Precisamente esto último, hubo algunas personas que intentaron discutir con los integrantes del gremio, quienes no contestaron a los gritos de “vayan a trabajar” o “si no quieren trabajar déjennos a nosotros que sí queremos” y algunos otros.

En otros puntos de la Provincia también se llevó adelante la misma medida. Hubo gran cantidad de manifestantes en el corte de dos de los puentes que unen Cipolletti con Neuquén.

Esto afectó el tránsito vehicular de una cantidad importante de vecinos y vecinas y se mantendrá hasta las 14, de acuerdo a lo que habían anunciado por la mañana desde ATE, aunque se preveía una asamblea para definir los pasos a seguir.