Weretilneck anticipa revisión del empleo público para optmizar servicios

No descarta tercerización y aportes del capital privado. Anunció que antes del pase a planta se analizará qué hace cada trabajador del Estado.

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El gobernador electo Alberto Weretilneck planteó algunos de los lineamientos para su futura gestión que comenzará el 10 de diciembre. Entre otros temas anticipó fuertes reformas y controles en el empleo público para optimizar la labor de los trabajadores del Estado, la posibilidad de que se tercericen algunos servicios en las empresas de capital estatal y una fuerte revisión de las tareas antes de avanzar con los procesos de pase a planta.


“Mi propósito de los próximos 4 años es que la provincia deje de tener déficit y se empiece a transformar en una provincia superavitaria. Que cada vez tenga menores necesidades de financiamiento y de endeudarse. Esto va a significar un esfuerzo general de ingresos, en especial aquellos que no está percibiendo, como son cuotas de vivienda del IPPV o el cobro de agua. Todas las áreas del estado tienen que eficientizar su nivel de cobro”, expresó.


No descartó que alguna de las empresas incorpore capital privado como Horizonte o Altec. En cambio, para Arsa propuso “cambiar los sistemas de contratación. Nosotros tenemos que, de alguna manera, ir tendiendo a que ciertos servicios hacia el estado no necesariamente tienen que ser prestados por propios trabajadores, sino que hay que pensar en la complementariedad con el sector privado y con las empresas estatales. En el caso de aguas rionegrinas, no necesariamente ciertas obras y ciertos trabajos lo van a tener que seguir haciendo sus empleados, sino también que podemos empezar a trabajar con el sector privado para que ciertas obras y ciertos servicios sean del sector privado, sin necesidad de incorporar más personas a la empresa”.


En cuanto a la reducción de la cantidad de personal dijo que “la gran mayoría de los empleados públicos de la provincia tienen el derecho a la estabilidad garantizado por la Constitución. Es un empleo de planta permanente. Lo que sí está claro es que el Estado provincial y los contribuyentes no pueden pagar más empleados. Hoy el 66% del gasto del Estado son salarios, solamente el 24% de los ingresos son de jurisdicción provincial. Es decir. hoy el nivel de gasto salarial ha llegado a límites que ya empiezan a tornar inviable el funcionamiento del Estado y por otro lado la dependencia de la provincia de los recursos nacionales es cada vez mayor”.


Al respecto indicó que “este combo, esta ecuación de altos gastos fijos en salarios y baja autonomía provincial producto de la poca recaudación hace que sea excesivamente dependiente y peligroso con lo cual tenemos que optimizar el gasto en todos los aspectos; el salarial es uno. Vamos a poner especial hincapié en la de ausentismo, en todo lo que son licencias, obviamente con las horas extras, guardias, creo que tiene que ser todo revisado y rediscutido fundamentalmente para lograr tener una autonomía más importante”.


En cuanto a un posible pase a planta dijo que “hay que discutir primero qué están haciendo, su nivel de cumplimiento con el Estado y los lugares donde están. Digamos que en los últimos cuatro años se incorporaron 1.600 porteros y hoy tenemos días en jardines o en escuelas que no hay clase porque no hay porteros. Esto es absolutamente inadmisible. Son las cosas que tenemos que poner sobre la mesa”.


Afirmó que “gran parte del diálogo gremial va a estar destinado a esto, a que todos tenemos que asumir que este Estado así no cumple con los preceptos que tiene que cumplir que es el beneficio del pueblo rionegrino”.


En referencia al diálogo con los gremios dijo que harán un esfuerzo para “la búsqueda de consenso para que entiendan que no sólo los perjudica a ellos sino también perjudica al pueblo rionegrino”.


Opinó que “cuando se ven expresiones de apoyo a una persona como Milei de alguna manera se está marcando que hay un gran nivel de insatisfacción de la comunidad con lo que es el desempeño del Estado que es una responsabilidad compartida. Obviamente la mayor responsabilidad es la del gobernante pero también la responsabilidad de los prestadores de los servicios públicos que son los empleado. Esta discusión tenemos que asumirla, tenemos que volver a insistir que todos quienes estamos en el Estado somos servidores públicos y todos tenemos que asumir que hay una parte para mejorar que es el beneficio de la gente”.


Finalmente, afirmó que “si hay algo que aprendí en estos cuatro años es la autocrítica de lo que fue mi propio gobierno. No tanto de mirar lo que pasó en los cuatro años de Arabela. Yo creo que todos estos periodos que terminan el 10 de diciembre tienen un tema que hay que ser justo con ellos mismos. Tuvieron dos años de pandemia lo cual produjo un fuertísimo impacto, no sólo en los liderazgos de los intendentes y del propio gobierno provincial, sino también en la imposibilidad de hacer muchas cosas. Pero aparte la pandemia significó un cambio importantísimo en la vida de cada uno de nosotros. O sea, analizar estos cuatro años de gestión como cualquier otra gestión de la historia democrática argentina es un error”.

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