Se celebra cada año el 14 de noviembre, aniversario del nacimiento de
Sir Frederick Banting, quien descubrió la insulina junto con Charles Best en
1921. El Día Mundial de la Diabetes es la mayor campaña de sensibilización
sobre diabetes del mundo, alcanzando una audiencia global de más de mil
millones de personas en 165 países. La campaña llama la atención hacia
problemas de máxima importancia para el mundo de la diabetes y mantiene esta
afección bajo el punto de mira público y político.
El Día Mundial de la Diabetes (DMD) fue creado en 1991 por la FID y la
Organización Mundial de la Salud en respuesta al aumento de la preocupación por
la creciente amenaza para la salud que representa la diabetes. El Día Mundial
de la Diabetes se convirtió en un día oficial de las Naciones Unidas en 2006
con la aprobación de la Resolución 61/225 de las Naciones Unidas.
La campaña está representada por el logotipo del círculo azul, que fue
adoptado en 2007 tras la aprobación de la Resolución de la ONU sobre la diabetes.
El círculo azul es el símbolo mundial de la concienciación sobre la diabetes.
Representa la unidad de la comunidad diabética mundial en respuesta a la
epidemia de diabetes.
En 2021, la Federación Internacional de Diabetes (IDF, según sus siglas
en inglés) inició una campaña de tres años que, hasta 2023, estará focalizada
en promover un mejor acceso a la atención de la diabetes.
“Educar para proteger el futuro” es el lema elegido para este año,
teniendo siempre como eje central la formación y la educación diabetológica, al
ser la herramienta clave para que las personas que conviven con la patología
puedan evitar y / o reducir complicaciones futuras, y gozar de una buena
calidad de vida. Y es que, la educación en diabetes forma parte de los cuidados
de la patología y, por tanto, es un derecho que debe garantizarse a los
pacientes, a través de un sistema sanitario centrado en la cronicidad y de
profesionales sanitarios formados específicamente en diabetes.
Es importante recordar que la diabetes es una enfermedad crónica (no se
cura, pero sí se controla), que afecta entre un 10 a 12% de la población de
nuestra provincia. Aquí encontramos a la educación terapéutica en diabetes,
como un pilar fundamental del tratamiento donde por medio de un proceso educativo
integrado se intenta facilitar a las personas y a sus familiares las
competencias (conocimientos, habilidades y actitudes) y el soporte necesario
para que sean capaces de responsabilizarse del autocontrol de su enfermedad. Se
pretende que las personas entiendan su enfermedad y las bases de tratamiento
pudiéndolo integrar en su vida cotidiana; sean capaces de prevenir, reconocer y
actuar en situaciones de riesgo agudo y prevenir diversos factores de riesgo y
sobre todo evitar las complicaciones crónicas que genera la diabetes.
8 octubre 2024
Viedma