Por el Senador Nacional Martín Doñate.
Desde hace un largo tiempo
vengo expresando en distintos ámbitos sobre la importancia y la histórica
responsabilidad que tiene nuestra generación de construir, desde la rica y
múltiple diversidad que nos caracteriza, un proyecto de provincia para los
próximos 50 años sustentado en políticas de Estado y sólidos acuerdos.
Un esfuerzo que requiere
conocimiento y estudio sobre nuestra historia, sobre el diagnóstico del actual
estado de situación y la proyección de un futuro de potencial ilimitado.
Trabajar lo que hemos
llamado “el rionegrinismo” definiendo los ejes de lo que debe ser y será Rio
Negro para lo que resta del presente siglo involucrando, en un nivel de
protagonismo horizontal, a la comunidad en sus distintas expresiones tanto
políticas, institucionales, el sector empresario, trabajadores, sindicalistas, comerciantes,
y a nuestras y nuestros jóvenes y mujeres.
Es por ello que, así como a
nivel nacional desde Unión por la Patria se proclama como imprescindible y
urgente una convocatoria a un gobierno de Unidad Nacional, la preocupante
situación económica y social que atraviesa Río Negro necesitará del compromiso
del gobierno que asume en los próximos días, de generar los ámbitos para un
verdadero proyecto de unidad rionegrina.
Con altos niveles de
amplitud, responsabilidad y permanente renovación, abierto a lo nuevo y lo
desconocido, y cuyos objetivos trasciendan los gobiernos, los partidos, las facciones
y las generaciones. Sin límites personales, ni sectoriales.
El mayor e imperativo reto
reside en que lo propuesto en el campo electoral se materialice en la etapa que
se inicia el 10 de diciembre. Es el gran desafío generacional que nos ofrece la
historia en un contexto de transformaciones y mutaciones a velocidades
inabordables como nunca vivió la historia del ser humano y que, de frustrarse,
sería un enorme y doloroso retroceso para nuestra provincia.
Sólo con esa mirada grande y
estratégica podremos darnos la oportunidad de poner a nuestra provincia a la
vanguardia de las demandas de una sociedad cada vez más compleja y dinámica a
nivel global y doméstico.
Sin dudas, el camino quedará
más allanado con un país gobernado por la propuesta que encabeza el candidato
Sergio Massa. Aun así, la tarea requerirá de una voluntad y pericia excepcional
para nuestra generación y una vocación por “estudiar” todas y cada uno de las
problemáticas, condiciones y oportunidades de nuestra provincia y trabajar con
un altísimo nivel de conciencia y desprendimiento de los intereses individuales
sectarios que suelen entorpecer el desarrollo y potencial de una sociedad.
Conocer, estudiar y planificar lo que queremos gobernar es imprescindible para
transformar en serio.
Si evitamos caer en las
humanas contradicciones de abrirnos a un Gran Acuerdo Nacional y negarnos a
hacerlo a escala rionegrina o viceversa, estaremos alimentando un nuevo fracaso
para el conjunto. Como también sería un error y una irreparable frustración
hacerlo perdiendo identidad y pertenencia con nuestros propios espacios de
participación y representación partidaria o sectorial.
La idea de construir dialogo
y consenso para definir políticas de Estado y proyectar el futuro de cara al
presente siglo, trasciende los gobiernos y los dirigentes. Incluso habilita con
mayores niveles de certeza y madurez la necesaria competencia electoral de
quienes son parte de ese Gran Acuerdo para enriquecer y acumular fortaleza en
el cumplimiento de los objetivos trazados.
En este sentido y frente a
la gravísima situación económica y financiera como, asimismo, de representación
política que sufre nuestra sociedad, creo importante señalar solo algunos datos
que pueden ayudarnos a contextualizar lo reseñado con estadísticas duras y
puras. Observarlos en detalle nos permite tener una mejor comprensión sobre los
desafíos hoy y por delante.
Lamentablemente la actual
gestión provincial ha descuidado el seguimiento y publicación de datos
estadísticos que reflejan el real estado de la provincia y eso dificulta mucho
la faena. También nos llevan a la conclusión de trabajar en la elaboración de
una fina investigación y publicación aún más extensa y ordenada en el corto
plazo que sirva como base para que todas y todos aquellos interesados en
pensar, construir y transformar sean protagonistas de una nueva historia.
Para ellas y ellos les tiene
reservada el presente, el futuro y la historia decenas de páginas en blanco que
deberán ser completadas en letras y acciones por los que sueñan en grande con
una Rio Negro a la vanguardia de un país y una región como la Patagonia que
tiene mucho más de lo que nos podemos imaginar y que, aún, quizá desconocemos.
En un repaso sobre datos
duros y algunos gigantes desafíos que tenemos delante de nuestras narices, una
breve reseña sobre sólo dos aspectos centrales para comprender y abordar en lo
inmediato en nuestra provincia: Deuda Pública y Energía.
Sólo estas dos aristas ya
nos pueden ayudar a comprender y seguir abriendo el debate sobre el difícil
estado de situación, pero al mismo tiempo sobre las oportunidades que se nos
abren si somos capaces de estar a la altura de los tiempos. Este brevísimo
repaso es un primer esbozo de un profuso trabajo que, desde nuestra verdad
relativa estamos desarrollando para intervenir con diagnósticos, proyecciones,
debates y propuestas, en el ánimo de impulsar las grandes discusiones y
necesarios acuerdos para nuestra Rio Negro.
1- A nivel nacional este año estamos enfrentando una de las
peores sequías de nuestra historia, con pérdidas valuadas en 20 mil millones de
dólares. Esto repercute en el nivel de reservas con las que cuenta el país, que
se enfrenta además al endeudamiento que denunciamos oportunamente como
extorsivo del FMI. En 2023, tenemos un endeudamiento que llega al 88,4% del PBI
y va a condicionar fuertemente nuestros años venideros.
2- En nuestra provincia, el Producto Bruto Geográfico, que
nos marca el nivel de actividad y nivel de vida de los rionegrinos y
rionegrinas exhibe en los últimos años una contracción que nos mantiene en
valores del 2011. Las exportaciones de nuestra provincia, se encuentran
estancadas, e incluso decreciendo desde 2014. Solo tomando el año 2022, los
ingresos por regalías petroleras que registró Río Negro ascendieron a 11.400
millones de pesos. Tuvieron un incremento de más del 50% en un año. El eje del
salto no fue la producción, que cayó, sino la cotización del dólar y las
exportaciones. La dinámica de la actividad está atada a la macroeconomía y al
tipo de cambio. Son las principales razones por las cuales desde 2016 la renta
petrolera viene en aumento. El año pasado se vió afectada por el incremento en
la cotización de la moneda norteamericana y por el mayor precio del petróleo
exportado. Esos 11.400 millones representaron un 5% de la estimación total de
recursos de la Provincia en el año 2022. En el PBG provincial, cuyo último dato
disponible es de 2021, la actividad “explotación de minas y canteras”, que
contiene la extracción de petróleo crudo y gas natural y actividades de
servicios relacionadas con la extracción de los mismos, tuvo un peso del 7%.
3- Deuda Provincial Los vencimientos de deuda, expresadas
mayoritariamente en moneda extranjera para el próximo año demandarán de toda la
responsabilidad y el manejo asertivo de los recursos del Estado. Ya en 2022 el
ratio deuda/ingresos (es decir el peso de la deuda sobre el total de ingresos)
ascendía a un 43%. ¿Cómo terminaremos este año con la incertidumbre alrededor
de la cotización del dólar a fin de año, con nuestros ingresos denominados en
pesos para hacerle frente? Es una verdadera incógnita aún hoy faltando menos de
dos meses para terminar el período.
4- Está a la vista que debemos elaborar una estrategia de
renegociación con mucha fortaleza y firmeza de la deuda pública en moneda
extranjera. La última renegociación que llevó adelante el gobierno de Juntos
Somos Río Negro fue una verdadera oportunidad perdida para descomprimir el
angustiante estado de situación. Los vencimientos y montos de pagos así lo muestran.
Casi un calco del grave error que cometió el presidente Alberto Fernández y su
ex ministro Martin Guzmán a escala nacional y del que alertamos públicamente
sobre sus consecuencias inflacionarias, lo imposible de su cumplimiento y la
riesgosa legitimación de una deuda ilegal y criminal asumida por el gobierno de
Mauricio Macri cuando votamos en contra.
La
deuda en moneda nacional, si bien representa el 13% del endeudamiento de la
provincia, amerita una consideración especial aun siendo menos condicionante que
la de moneda extranjera. Si bien tiene mucho menor peso en el endeudamiento,
resultará sin dudas un condicionante en un momento político delicado a nivel
nacional, donde se han reducido impuestos coparticipables como ganancias, y
está en discusión la devolución de IVA para productos de la Canasta Básica.
Estas medidas si bien comprendemos son necesarias para el sostenimiento de los
ingresos de trabajadores y trabajadoras, implicarán sin dudas un desafío a las
cuentas rionegrinas.
Ya
en el mes de octubre Río Negro percibió 2.000 millones menos de lo proyectado y
esa merma de recursos pausó la cadena de pago a proveedores y municipios. La modificación del
pago del IVA y de Ganancias que generó esa reducción en las transferencias a
Río Negro por coparticipación federal, ya anticipa que la caída totalizará unos
6.000 millones en el último trimestre. Y el 2024 ya avizora un escenario de
complejidad e incertidumbre en este sentido.
5 Energía
La
posibilidad de acceder a nuevas fuentes de ingresos genuinos por parte del estado
rionegrino también es una tarea que requiere de espaldas anchas y mirada grande.
La renegociación de los contratos de las centrales hidroeléctricas son una enorme
oportunidad. Si bien soy co autor de un proyecto de ley en el que las provincias
como Rio Negro y Neuquén pasan a tener un nivel de participación y protagonismo
en el manejo de esas fuentes de energía estratégica, existen otras opciones que
pueden ser muy valorables y beneficiosas para el país y nuestra provincia. Allí
hay una clave determinante para el futuro de las arcas públicas rionegrinas.
Lo
mismo podemos afirmar respecto de la renegociación de los contratos petroleros
que comienzan a vencerse en el corto plazo y que podrían significar un importante
impulso para Rio Negro.
También
la lucha por concretar el oleoducto que conecta Vaca Muerta con nuestra costa
atlántica a través de una inversión histórica por parte de nuestra empresa
nacional YPF, abre las ventanas a un nuevo ciclo de producción, desarrollo y
trabajo para la provincia y el país. Tener el puerto de exportaciones de
hidrocarburos más importante del cono sur no será neutral para pensar la Rio Negro
de este siglo.
Una
provincia y una región (Patagonia norte) como la nuestra que vivió muchas veces
alimentando el crecimiento del polo empresarial y económico de Bahía Blanca y
el sur bonaerense, debe revertir esa lógica y disponer los mecanismos para
constituir un empresariado, trabajadores y dirigencia que tome dimensión de la
oportunidad y desafío que nos presenta la historia.
Lo
mismo sucede con la posibilidad de inversiones tendientes a desarrollar un polo
gasífero de licuefacción en nuestra costa rionegrina para que el gas que producimos
en Vaca Muerta también tenga como punto de salida al mundo nuestra costa
rionegrina. Garantizar el abastecimiento y la soberanía energética promoviendo
la inversión pública y privada y darle un verdadero impulso al comercio global
y el ingreso de divisas a nuestro país y nuestra provincia.
En
estos pocos puntos expuestos no dejamos de subrayar los altos niveles de licencia
social que deben contener este tipo de proyectos y el desarrollo sustentable y
sostenible de nuestra región en términos ambientales y sociales.
Un
proyecto de ley sobre energías limpias y promoción del hidrógeno verde que presenté
en el Senado de la Nación, tiene varios capítulos que están atravesados sobre
la necesaria y urgente transición energética que debemos llevar adelante en
nuestro país y que nuestra provincia puede y debe ser protagonista.
También
el vínculo con las empresas prestatarias de servicios esenciales como luz y gas
pueden ser un capítulo a revisar para el destino de la provincia. Como asimismo
trabajar en la confluencia entre el sector público y privado para podrían ser
una guía para concretar inversiones vinculadas con la industrialización de nuestro
gas, nuestro petróleo y nuestros recursos naturales. Hay experiencias en otras
provincias que pueden ser un ejemplo aplicable.
Estamos
en un nuevo proceso de construcción de legitimidad política y social en el país
y en Rio Negro. Dependerá mucho de la grandeza y visión estratégica de una
generación de dirigentes que no se agote en la mirada corta, la táctica rudimentaria
y de vuelo bajo y descartable. Ni de revanchismos personales ni autopercepciones
grandilocuentes e idealizadas.
Lo
conocido hasta ahora en los últimos 40 años -con gobiernos en manos del partido
radical por 28 y del partido Juntos Somos Río Negro durante otros 12 años son
parte de una historia con consecuencias y resultados que están a la vista.
Construyamos
Unidad desde nuestra Identidad, impulsemos la Transformación con Humildad y
construyamos el Futuro con mucho Amor, Conciencias y Paciencia.
16 noviembre 2024
Opinion