Por Pedro Pesatti (*)
La ley provincial 5146 dice
textualmente en su artículo primero: "Se reconoce a la ciudad de Viedma
como comunidad preexistente, fundadora y constructora del proceso de
emancipación de la Nación Argentina por el rol y la función desempeñados en el
ámbito del otrora Fuerte del Río Negro, fundado el 22 de abril de 1779 bajo la
denominación de Fuerte y Población “Nuestra Señora del Carmen” y que por igual
comprendía las actuales localidades de Viedma y Carmen de Patagones”.
Esta declaración está
inspirada en la reivindicación que hace mi provincia del rol clave que tuvo -a
través de su capital- en el tiempo de construcción de nuestra soberanía hasta
el extremo más austral de la Patria. Efectivamente, el Fuerte del Río Negro fue
fundado por España inmediatamente después de que Inglaterra perdiera sus
colonias en los Estados Unidos. A raíz de ello, la Corona decide tener una
presencia permanente en la Patagonia porque temía que el territorio y su mar
pudieran perderse en manos del Reino Unido.
Para concretar este objetivo
España decide enviar a un agricultor andaluz a fundar una población con
capacidad de autosostenerse a partir del trabajo de la tierra. Francisco de
Viedma y unas treinta familias de agricultores dan a luz esa población a
orillas del río Negro, de la cual devienen las actuales ciudades de Viedma y
Carmen de Patagones.
El Fuerte del Río Negro fue
la base para la proyeccion del Virreinato del Río de la Plata, primero, y de la
naciente Argentina después, hasta el extremo sur. No es casual que Luis Piedrabuena
haya nacido en este sitio donde aprendió a navegar cuando apenas contaba nueve
años o que Viedma haya sido capital del Territorio Nacional de la Patagonia
desde 1878 hasta 1884.
Pero entre todos los hechos
relevantes que podemos apuntar el más significativo es, sin dudas, el combate
del 7 de marzo de 1827 cuando los vecinos del fuerte del río Negro debieron
sumarse a la escasa tropa regular que había en el lugar para defender el puerto
de la invasión comandada por un oficial de origen inglés, James Shepherd, y que
bajo las órdenes del Imperio del Brasil, llegó al mando de una fuerza compuesta
por cinco buques de guerra y 600 infantes.
En un combate épico, las
fuerzas criollas del río Negro derrotaron a los invasores en el marco de la
guerra que por entonces libraba nuestro país por la disputa de la provincia
oriental del Uruguay y aseguraron el dominio de la Patagonia que hubiera
quedado en ciernes si las fuerzas del capitán Shepherd hubieran logrado su
objetivo.
El combate del 7 de marzo de
1827, junto a la Vuelta de Obligado (1845) y a la batalla de Malvinas (1982) es
uno de los tres hitos de la defensa de nuestra soberanía territorial que con
orgullo reivindicamos pese al desconocimiento generalizado que la historia
oficial, sesgada por el centralismo porteño, se ha encargado de silenciar.
En este tiempo de desprecio
del que es objeto mi provincia y la Patagonia por parte del gobierno de Milei
pienso que es propicio recordar el origen histórico de lo que somos para que
desde la Casa Rosada dejen de vernos como un espacio vacío de compromiso y
determinación nacional o como un espacio para extraer sus riquezas a cambio, en
lo posible, de nada.
(*) Vicegobernador de Río
Negro
8 diciembre 2024
Opinion