“Debe ser la primera vez que tengo que salir a hablar de un show que no tocamos; generalmente las notas las hago sobre recitales que se van a realizar en el futuro”, dijo inicialmente el guitarrista de Rata Blanca, en referencia al suspendido concierto que iban a dar el pasado viernes en el gimnasio Cayetano Arias.
“Para nosotros es un bajón total, ya que un mal manejo empresarial hizo que nos quedáramos sin concierto”, agregó y aseguró que “nos fuimos muy tristes, con mucha bronca de Viedma porque no viajamos 2.000 kilómetros en micro para no tocar”.
Más adelante afirmó que “todo radica en la falta de profesionalismo de un empresario que aparentemente le quedó grande una banda de la magnitud de Rata, un empresario que ya suspendió otras cosas y habló mal de la gente de Viedma cuando no le compraban entradas para ver a alguien. Hay un par de despropósitos de este chico que son bastante curiosos”.
Giardino remarcó que “lo que más nos importa es que le devuelvan el dinero de la entrada a la gente, lo demás será parte del pasado…o no…veremos. Si este chico sigue inventando fábulas y calumniando no habrá otro remedio que salirle al cruce legalmente”.
El músico expresó que “nos manejamos en la confianza, la gente sabe quienes somos, cómo nos comportamos y lo que tratamos de dar”.
Al relatar con la situación que encontraron al arribar a Viedma, contó que “nosotros llegamos y habían armado el escenario, por orden del empresario, de una forma ridícula, lo que hacía imposible tocar en esas condiciones”.
No obstante, dejó en claro que “la gente de técnica se portó genial, pese a que hubo que armar todo otra vez. El único problema es que este hombre no les había pagado y nos dijeron que si eso no sucedía no prendían ni un amplificador”.
“Era ir contra todo. En algún momento dijimos de tocar y ver luego como se arreglaba, pero no hubo compromiso de ninguna índole. Incluso propusimos tocar el domingo -al regreso de Cipolletti, donde hicimos un show espectacular, como debió ser en Viedma- , pero nunca se nos respondió”, remarcó Giardino.
Volvió a referirse al empresario Diago Rosa (Insulina Rock), al decir que “este muchacho está equivocado y con una banda profesional se tiene que manejar de otra forma”.
Sostuvo que “acá no hubo sólo un problema de dinero, y hay un montón de testigos que lo pueden afirmar. Eso se podría haber arreglado, pero había muy mala intención; ante eso tenemos que defendernos”.
En ese sentido subrayó que “él viene mintiendo hace muchos meses, diciendo cosas que no cumple. Se le brindó la confianza hasta de llegar a Viedma sin cosas (del contrato) firmadas por él. Eso es motivo de un problema interno del grupo (Rata Blanca) porque mi manager me tuvo que dar muchísimas explicaciones de por qué salimos de Buenos Aires sin el contrato firmado. Había confiado en la palabra de este chico”.
Dijo el fundador de Rata Blanca que “para nosotros lo más importante no es el dinero, sino la felicidad de los chicos, a quienes se manosearon”.
“(El empresario) Nunca fue sincero, siempre escondiendo, siempre hubo una doble intención. No sé si lo hizo por falta de capacidad o doble intención. Fue muy irrespetuoso, a tal punto que estaba buscando que alguien lo agreda físicamente. Nosotros no estamos para eso, por supuesto, sino para presentar nuestro show”, precisó.
Giardino reconoció que “no tiene la culpa la gente de Viedma ni nadie. Para nosotros esto queda ahí y el verdadero fans de Rata lo va a entender porque sabe como es el grupo y la honestidad con que nos manejamos toda la vida. Esto no tiene por qué empañar nuestra relación con la ciudad o la zona. De hecho al día siguiente tocamos en Cipolletti, en lo que fue una presentación impresionante, con un lleno total. Pero no dejamos de pensar en Viedma”.
“Ojalá tengamos la posibilidad de volver. No sé si inmediatamente, por el tiempo, pero lo intentaremos con todas las fuerzas. No nos fuimos con dinero de nadie; no nos llevamos un solo centavo de las entradas, al contrario porque salimos con deudas de estructura que debemos cubrir porque quienes trabajan con nosotros no tienen la culpa de lo sucedido”, concluyó.