El mismo tiene la finalidad de impulsar el desarrollo económico de la zona de influencias, protegiendo la producción regional y su acceso al consumo comunitario.
“La frutihorticultura, genera millones de pesos anuales y mucho empleo a cientos de trabajadores en forma directa e indirecta, ya que requiere mano de obra no sólo en la producción primaria, sino también en las áreas de transporte y almacenamiento. La actividad fruti hortícola debe ser promovida, pero también se debe asegurar al consumidor un producto de calidad. He aquí una de las funciones del Mercado Concentrador”, señaló Martínez.
Agregó que “con el cumplimiento de esta norma legal de un Mercado de estas características se estarían haciendo los esfuerzos indispensables para generar fuentes de trabajo y descentralizar al Estado para no trasladar los costos de los productos a lo que significa la canasta familiar de los propios trabajadores.
Todos sabemos que las frutas, verduras y hortalizas hacen a la alimentación diaria de toda la población”.
También sostuvo que “en esta etapa sería replantear el sistema de comercialización para los pequeños y medianos productores y que puedan exhibir, comercializar y exportar todo el esfuerzo y trabajo que realizan para su producción, además se regularizarían los circuitos de comercialización”.
Recalcó que “esto apunta a corregir las distorsiones en el sistema de formación de precios, procurando la obtención de beneficios para el productor regional y el público consumidor en general. Producirá una disminución sustancial en el excesivo número de operaciones comerciales dispersas y confusas, provocativas de un alza injustificada en los precios”.
“El enclave de un Mercado Concentrador Municipal en el Valle Inferior, como lo establece la Ordenanza en vigencia, significa la posesión de un instrumento trascendental para los productos regionales en la búsqueda de insertar sus productos en los mercados potenciales de la Patagonia”, concluyó.
20 diciembre 2024
Viedma