La edad no era un impedimiento para tener ideas claras, entendían que su demanda era justa, los fines de semana ayudaban en las villas miseria. Horacio Ungaro fue secuestrado junto con Daniel Raceroque se había quedado a dormir en su casa. También se llevaron a Francisco López Montaner, María Clara Ciochini, María Claudia Falcone y Claudio de Acha. Seis que no volvieron de la decena de adolescentes que fueron detenidos a medidados de ese septiembre. El responsable del operativo fue el General Ramón Camps, condenado y destituido por resultar culpable de crímenes de lesa humanidad.
Pablo Díaz, secuestrado el 21 de septiembre, sobreviviente del horror testimonió en el Juicio a la Junta lo vivido en el campo clandestino “Pozo de Banfield”, donde permaneció cuatro meses. Pablo reconstruyó las ansias de vivir, la certeza de la libertad, las canciones para animarse, la fe militante de María Clara que invita a rezar en nochebuena. Después, el silencio, la desaparición y sus rostros convertidos en bandera de justicia al declararse el 16 septiembre Día del Estudiante Secundario.
Toda una generación los recuerda con canción para mi muerte de Sui Generis. Se los nombra, se los llama y regresan en nuestras luchas. Desde el sindicato estimulamos actividades referentes a este tema con la participación de los centros de estudiantes con el propósito de que nunca más se reprima la participación política y el accionar de nuestros jóvenes.
Gral. Roca – Fiske Menuco, 16 de septiembre de 2013
Cristina Bay, Secretaría de Derechos Humanos y Género
Luis Giannini, Secretario de Prensa, Comunicación y Cultura
Jorge Molina, Secretario General
25 noviembre 2024
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