Este jueves el departamento de Veterinaria, Zoonosis y Alimentos Cárneos de la Municipalidad de Bariloche, SENASA Bariloche, el Parque Nacional Nahuel Huapi y URESA Bariloche, informaron el secuestro de 13 cerdos de distintas edades, que estaban en un criadero familiar del barrio El Pilar I, pero no se hace mención a la situación planteada por los afectados.
En diálogo con Radio Seis, Germán Montero y César Ayala informaron que el 20 de septiembre realizó un pedido de análisis de triquinela para un macho capón de 130 kilos engordado con alimento balanceado, para el consumo personal. Al día siguiente, le entregaron el resultado NEGATIVO al análisis por lo que carnearon el animal y lo dividieron en dos, uno para cada familia.
Luego de la faena, la fabricación de chorizos y la ingesta grupal, el 26-09 se comunicaron desde la veterinaria para decirles que, en realidad, el análisis era POSITIVO.
"Fuimos a la veterinaria y el sábado a la tarde nos dieron el resultado que decía que estaba bueno para consumir. Y el miércoles a la noche aparecen para decirme que tenía triquina, que no se podía comer porque estaba infectado. De ahí en más fue urgente avisarle a todos y empezar con los médicos y los tratamientos, un tema re complicado", indicó Montero.
"Los síntomas del contagio están, en algunos más y en otros menos. Pero la triquina es crónica... no te la sacás nunca más", expresó para subrayar que "me molesta mucho porque cuando hablaron del secuestro de los chanchos no mencionaron cómo fue la secuencia del contagio… Está medio tapado esto".
"Nosotros hicimos todo lo que había que hacer, hicimos todo bien. Y después vinieron con que el chancho está infectado. La chica que firmó ni llamó. Y los resultados del análisis que dicen que no es apto no me lo quieren dar porque piensan que lo vamos a demandar", añadió.
Montero tiene hijos chicos y uno de ellos, Germán, tiene discapacidad motriz, parálisis cerebral y motora. A su situación complicada de por sí, se le suma ahora esta angustiante posibilidad de estar infectado de triquinosis.
"Hay que hacer los análisis de sangre cada 10 días. Esto es insoportable, la cabeza te explota", lamentó.
Por su parte, César Ayala, vecino del barrio Pilar I, propietario de los chanchos secuestrado, manifestó que "lo más grave es la salud".
"Vino SENASA con tres o cuatro personas, inexpertos porque no sabían ni subir un chancho a la camioneta, pensaban que espantándolos se iban a subir...", señaló.
"Como un día me van a decir una cosa y a los cinco días otra cosa. No se pueden equivocar. Es imposible. Tiene o no tiene, es corta", concluyó.
Por algún motivo, si bien la triquinosis es una preocupación creciente, en Bariloche SENASA autorizó a una sola veterinaria ubicada en calle 20 de Febrero, a realizar los estudios para su detección.
FUENTE: Bariloche 2000

26 diciembre 2025
Río Negro